OPINION

Despiden a un profesor de español en EEUU por enseñar la palabra “culo” a sus alumnos

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Los párvulos, a punto de perder su inocencia léxico-anatómica.

Su error fue pronunciar en clase la palabra “ass” (culo). Enseñar este término malsonante a sus alumnos de un colegio de Iowa (EEUU) le costó a un profesor de español su puesto de trabajo. Fernando, nombre ficticio del maestro, fue expulsado de una escuela de educación primaria después de que sus alumnos contaran escandalizados en casa las dos nuevas palabras que habían aprendido aquel día en clase: “ass” y su traducción en español, “culo”.

“Pagué cara mi bisoñez”, reconoce Fernando, que prefiere permanecer en el economato para no truncar futuras oportunidades laborales en el recatado mundo académico estadounidense. “Las partes del cuerpo son un clásico en la enseñanza de un idioma, como los animales o los utensilios de cocina”, recuerda el docente, natural de Sevilla, “de modo que dibujé un cuerpo humano en la pizarra y escribí los nombres en español de cada parte. Cuando escribí “culo” se partían el ojete, con perdón, pero cuando les expliqué que era “ass” pude ver la mirada de terror reflejada en sus tiernos ojos”.

Cabe apuntar que Fernando no sólo pagó cara su bisoñez sino también su pobre conocimiento del idioma inglés: “Ass” en inglés tiene una connotación más cercana al “ano” español que al “culo”, cuya traducción estaría más próxima a “bottom” (posadera). Lo que no quita para que enseñar “button” + “culo” no hubiera provocado asimismo el despido fulminante del maestro. La sociedad norteamericana es sobradamente conocida por su mojigatería, especialmente con todo lo que tiene relación, por remota que esta sea, con el sexo. Las nalgas no sólo sirven para sentarse sino que esconden inquietantes posibilidades eróticas para una mente puritana. El despido, por tanto, estaba más que justificado.

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