OPINION

El crimen de los Urquijo resucita 'La Huella del crimen', 25 años después

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“La huella del crimen” regresa a TVE este miércoles 25 años de su creación. Y lo hace con una película inspirada en “El crimen de los Marqueses de Urquijo”, protagonizada por Félix Gómez, Juanjo Puigcorbé y Pilar Abella. Más adelante, La 1 emitirá otras dos películas inspiradas en sendos casos que conmocionaron en su día a la opinión pública española: “El Secuestro de Anabel”, basado en el caso de Anabel Segura, y “El Asesino dentro del Círculo”, que recoge el caso de Joaquín Ferrándiz, un asesino en serie de Castellón. Al acto han asistido los dos directores de la película que abrirá la serie, Pedro Costa y Fernando Cámara, así como los actores Félix Gómez y Juanjo Puigcorbé.

David Martínez ha expresado su satisfacción por presentar la nueva temporada de una serie “mítica” en una nota de prensa enviada por la cadena . “Es una de las series que más me ha marcado y de las mejores que se han hecho en la historia de nuestra televisión”, ha explicado. “Creo que es responsabilidad de una televisión pública –ha añadido- rescatar la historia de un país, mantenerla siempre presente, y la historia no sólo de los grandes actores y acontecimientos conocidos o periodísticos de este país, sino también de esa historia oculta, la historia de los perdedores y la que pasaba entre bambalinas y que sólo salía a la luz cuando acababa en un desgraciado crimen”.

Félix Gómez, actor que da vida a Rafi Escobedo, tras reconocer que al principio tuvo “dudas morales” porque es la primera vez que encarna un papel de este tipo, ha afirmado que “es un honor” formar parte de esta serie y ha indicado que ha intentado plasmar que Escobedo era un tipo normal.

“LA HUELLA DEL CRIMEN”, 25 AÑOS DESPUÉS

Hace ahora 25 años que, prácticamente en todos los hogares españoles, se oyó una voz que decía: “La Historia de un país es también la historia de sus crímenes, de aquellos crímenes que dejaron huella”. Y, a continuación, contemplaron cómo era ejecutada en el garrote vil una desdichada muchacha, una sirvienta a la que la prensa apodó “La envenenadora de Valencia” y de la que Terele Pávez hizo una memorable recreación en la serie.

La serie vuelve fiel a los planteamientos de origen: contar crímenes ocurridos en nuestro país y descubrir a través de ellos aspectos de la situación social en que se producen. Narrar las historias siempre desde el punto de vista del asesino, para describir cómo y por qué un ciudadano normal y corriente se atreve un día a transgredir el principio esencial de la sociedad: no matar. Historias que hablan de seres de carne y hueso y que tratan de describir aspectos de la condición humana.

UNO DE LOS CRIMENES MÁS DIVULGADOS DEL PASADO SIGLO EN ESPAÑA

“El Crimen de los Marqueses de Urquijo”, la película que abrirá la serie, “está inspirada en uno de los sucesos más divulgados del pasado siglo y que contiene todos los ingredientes más atractivos del género: pasiones, dinero, poder, lujo, odios, sexo, venganzas... Y misterio. Todavía hoy nadie puede responder con total seguridad a la pregunta de “¿Quién mató a los Marqueses de Urquijo?””, según Pedro Costa, director y productor de la serie.

En la cinta se ha tratado de dar las pistas suficientes para que el espectador saque sus conclusiones. Se han cambiado además los nombres de los personajes sobre los que no existe una sentencia judicial, pero todas sus palabras y sus acciones en la película “son completamente verídicas y están contrastadas”, añade Pedro Costa.

“Si los sospechosos hubieran sido pobres el caso se habría resuelto en las primeras semanas; ahora creo que nunca existirá una solución judicial”, afirmó el inspector que detuvo a Rafi Escobedo y que abandonó la Policía al comprobar que se le ponían muchas trabas a su labor de investigador.

VARIOS SOSPECHOSOS Y UN CONDENADO

Los marqueses de Urquijo fueron asesinados a tiros mientras dormían en su chalet de Somosaguas el 1 de agosto de 1980. Y aunque hubo varios sospechosos, unos por odio otros por codicia, tan sólo uno de ellos fue condenado por el doble crimen: Rafael Escobedo, yerno de los marqueses.

Tiempo después, Escobedo murió en la cárcel en extrañas circunstancias llevándose a la tumba el secreto de quienes habían sido sus instigadores y cómplices. El esfuerzo de un honesto policía (el inspector Velasco) por descubrir toda la verdad resultó baldío. Los responsables de la Justicia se daban por satisfechos con la confesión de aquel ‘pobre diablo’ y Velasco, asqueado, abandonó el Cuerpo de Policía.

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