OPINION

Lo que no se ve de 'Alaska y Mario'

ALASKA Y MARIO FINAL BODA
ALASKA Y MARIO FINAL BODA

Llegó el día. Alaska y Mario se casan esta noche en MTV. La boda sucedió hace unas semanas. Era la excusa transversal perfecta de un reality que comenzó siendo una réplica, poco prometedora, del show de la familia Osbourne y ha terminado como espacio más visto de un canal que no termina de levantar cabeza.

Y es que la versión en abierto de la cadena de vídeos musicales, que casi ya no emite vídeos musicales, está logrando unos escasos datos de audiencia (0,5 por ciento de share en mayo). A pesar de tener una parrilla plagada de éxitos estadounidenses, pero que no encajan con los gustos de los adolescentes españoles.

Todo lo contrario que Alaska y Mario, que ha sabido importar a nuestro país la maestría de la telerealidad express de MTV. Porque este programa, producido por El Terrat, nos ha enganchado impulsivamente a la vida de esta curiosa pareja. Un placer culpable que funciona gracias a una historia plagada de momentos absurdos, narrada a través de un ritmo frenético antizapeo y con una presentación a nivel visual muy atractiva.

Disfrutar de una visita de Amenábar a casa de los anfitriones, observar a Fabio McNamara en la actualidad, descubrir a Alaska  en una frívola fiesta llamada ¡Qué Maravilla!, ver a Mario despertar resacoso tras perder un avión en Ibiza… En definitiva, el público se siente partícipe de una realidad en la que nada es coincidencia y en la que todo está muy medido: vale más lo que no se ve, el lío de producción necesario para montar el programa, que lo que termina emitiéndose. Porque el formato Alaska y Mario es más inteligente que sus propios protagonistas. Sabe mantener la atención del espectador siempre en alto.

Además, otra de las claves del triunfo del espacio es su presencia en Internet, con contenidos extras online que animan a engullir los capítulos de la serie también frente al ordenador.

Mario Vaquerizo hace sombra a Alaska

El ya marido de Olvido Gara ha sido el gran descubrimiento del programa. Su excéntrica personalidad y sus constantes "frases célebres" le han impulsado como personaje revelación catódico. Y promete convertirse también en estrella 2.0: se acaba de abrir un Twitter, donde ya ha metido la pata al anunciar que el reality terminaba hoy (habrá dos semanas más con especiales), y las redes sociales están fascinadas con sus grandes e inquietantes reflexiones de Nancy Rubia. Un pequeño ejemplo: "América es un país", soltó y se quedó tan ancho.

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