OPINION

‘Mi casa es la mejor’: lo que nos gusta criticar las casas ajenas

MI CASA ES LA MEJOR NOVA
MI CASA ES LA MEJOR NOVA

Lo reconozco: anoche el canal Nova me atrapó. Fue por culpa de Mi casa es la mejor, un programa en donde cuatro personas muestran orgullosas sus hogares y, sin el anfitrión dentro, "campan" a sus anchas en las casas de los competidores, despotricando sin piedad de aquello que se encuentran en el camino (interiores de armarios incluidos). Todo para ganar la "sobrecogedora" cantidad de 1.000 Euros y llevarse el  título de Mejor casa de la provincia.

El éxito catódico de este formato, basado en el británico May the best house win, radica en que se une el voyeurismo de los programas “aspiracionales” de estilos de vida (Vaya Casas, ¿Quién vive ahí?) con el terrenal e insaciable cotilleo de patio de vecinos, algo que inevitablemente llevamos todos dentro. Una mezcla, muy bien planificada con ayuda de un disparatado casting, que convierte Mi casa es la mejor en un show adictivo.

Además, otra de las ventajas del espacio es que es bastante asequible de producir para el canal, al ser rodado con un minúsculo equipo técnico en exteriores. Televisión low cost pura y dura.

En definitiva, Mi casa es la mejor es el formato redondo que buscan desesperadamente nuestras cadenas de hoy: barato, enérgico y eficaz. Quizá, por eso, en Nova lo repiten constantemente. ¿Los directivos de Antena 3 tampoco pueden dejar de verlo?

Puedes ver algunas ediciones de 'Mi casa es la mejor' en su web oficial

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