Mofli, el koala investigado

En 1986, TVE adelantó 61 millones de pesetas para comprar a ciegas una serie infantil española. Su nombre: MoflI, el último Koala.

Esta flamante ficción se estrenó cargada de "buenos" valores pero, también, de una falta de calidad mínima exigible para su coste. El producto adolecía de un pobre factura visual que obligó a los directivos de la televisión pública a abrir una auditoría interna para explicar el desequilibrio entre inversión y resultados. La decisíón final fue suspender la filmación y reducir el número de capítulos a la mitad. En total, fueron 13 episodios en los que no cuadraban las cuentas.

A pesar de todo, Mofli fue un éxito e innovó en el lenguaje de los dibujos animados en nuestro país. Los llenó de adrenalina, fluidez y excéntricas imágenes hipnóticas. Su ritmo trepidante causó adicción en la recién llegada generación del videoclip. Ya no había marcha atrás.

Más de veinte años después, Mofli sigue estando en nuestra memoria, Mofli sigue siendo un entrañable koala, Mofli sigue emocionándonos.

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