OPINION

Así ha sido, a nivel televisivo, el debate entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba

rajoy rubalcaba debate 2011
rajoy rubalcaba debate 2011

Buenas noches, España. Así Manuel Campo Vidal arrancó el debate. Veinte cadenas de televisión estaban retransmitiéndolo en directo. Tras una larga presentación institucional, el moderador saludó a los dos líderes de la oposición. Ambos se dirigieron a sus posibles electores mirando a cámara fijamente. Aunque hubo dos diferencias: Mariano Rajoy no podía evitar mirar de vez en cuando a sus papeles, mientras Rubalcaba sólo se dirigía al público.

Después del saludo inicial, comenzó el debate por bloques. La realización a cargo de Fernando Navarrete, histórico realizador de TVE que rodó desde musicales hasta los míticos programas de José María Iñigo, logró una coreografía visual austera (los partidos políticos no dejaban mayor libertad de movimientos a las cámaras) pero ejemplar. Como austero fue el plató coordinado bajo la dirección artística de otro mítico de Televisión Española, el emblemático escenógrafo Paco Bello.

Vimos variedad de planos, donde cobraban importancia las reacciones mientras hablaba el adversario, imágenes que enriquecían la retransmisión en el momento justo y adecuando, transmitiendo el nerviosismo o la seguridad de los dos líderes.

En las pausas, cuando hablaba Manuel Campo Vidal, la realización traicionó a los candidatos mostrándonos como aprovechaban para estudiar sus chuletas de reojo (en la imagen)

EL ENVOLTORIO

Antes de la señal institucional del debate, cada cadena sacó su arsenal de guerra para envolver el festín electoral. TVE mostró todo su poderío a través de un especial informativo plagado de contenidos y directos aderezados con un fondo musical rítmico que potenciaba un subidón de emoción en el espectador.

Al mismo tiempo, en Antena 3, Matias Prats recuperó su química con Susanna Griso, que estaba en directo y pasando frío en la puerta del plató del debate, e hizo alguno de sus ácidos chistes. “Susanna, en dos horitas te hacemos llegar una estufita, aunque ya habrá terminado todo”.

Por su parte, en Cuatro, Roberto Arce contaba con un colaborador muy especial: un intérprete de lenguaje corporal. Va a ser verdad que se nota que Telecinco compró Cuatro.

La Sexta se centró en la tertulia Al rojo vivo y fue de las pocas cadenas que prestaron atención a los indignados que estaban frente al Palacio Municipal de Congresos de Madrid.

Por lo demás, el debate fue una charla con poca imprevisibilidad catódica y política. Todavía nos queda mucho por aprender de los americanos. Aunque ver a dos líderes políticos, frente a frente, es siempre todo un espectáculo televisivo.

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