El escrutinio televisivo del 20N y la gran discoteca de la calle Génova

TVE fue la primera en arrancar la noche electoral pasadas las siete y media de la tarde. Lo hizo siguiendo la misma estructura de las últimas noches electorales.

Pepa Bueno y Ana Blanco pilotaron este programa especial que dejó atrás las viejas estáticas retransmisiones de jornadas electorales de la tele pública. Las dos periodistas estaban frente a una gran pantalla de LEDs, que se abría para dar paso a la mesa de análisis con Ana Pastor. Ésta, vestida de verde esperanza, intentaba disimular su cara de me quedan dos Telediarios…

TVE realizó un excepcional despliegue, desde su plató más grande en los Estudios Buñuel, intentando enseñar aquello que sucedía en la noche del escrutinio de forma ágil, plural, clara y emocionante. Muy clara por su riqueza visual, calculada al milímetro. Muy emocionante con ayuda de un constante fondo musical cardíaco, el mismo que se utilizó durante los prolegómenos del pasado debate entre Rubalcaba y Rajoy.

Mientras, Antena 3 emitió una versión larga de sus habituales Noticias (amortizando su cara pantalla táctil que nunca ha sido tocada en directo) y Telecinco se centró en los resultados con Pedro Piqueras (sin cambiar la emisión de Aída; ¡gracias, Telecinco!).

Pero, una jornada electoral más, la gran revelación de la noche fue la discoteca portátil que se montó en la puerta de la sede del Partido Popular en la calle Génova. Eso sí que es hacer un fiestón y no las galas de José Luis Moreno. Ahora, con el cambio de gobierno, deberían emitir esta catarsis popular todos los sábados después de Informa Semanal en La 1. Puro ritmo catódico con las banderolas ahí en movimiento al son del "dirirarará" de Whigfield, el "Waka Waka" de Shakira y otros inmensos éxitos del Caribe Mix.

LA GRAN RETRANSMISIÓN DE TVE

Se agradece que TVE aproveche los adelantos de las potentes escenografías televisivas para impulsar la información pura y dura. Porque fusionar las posibilidades tecnológicas audiovisuales con la actualidad más seria no es incompatible. Todo lo contrario: es necesario. Aunque todavía nos queda mucho por avanzar. Los presentadores aún no han aprendido a manejarse en amplios estudios televisivos llenos de pantallas dando información en movimiento.

Y pensar que en ese mismo plató de los Estudios Buñuel, desde donde se emitió el informativo especial de anoche, corría la vaquilla del Grand Prix, bailaban las azafatas de los últimos Un, dos, tres... responda otra vez, gritaba Concha Velasco Viva el espectáculo o se empapaba Ramón García en la mítica ducha de ¿Qué apostamos?...

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