Hace un año, el arranque de las protestas callejeras del 15M fue obviado por las televisiones más importantes de nuestro país. Llegaron tarde. Y la red se les adelantó.
La imparable rapidez de reflejos de las nuevas ventanas para la información consiguió emitir las movilizaciones, en tiempo real, a través de redes sociales, blogs y canales temáticos cibernéticos improvisados como SolTV o agencias online como AgoraNews, que lograron colocar una caótica señal streamig a medios de comunicación tradicionales.
¿Quién dijo que la TDT era el futuro? La TDT nació agonizando. El futuro es este cajón desastre tecnológico, por exprimir y por explotar, perdido en el ciberespacio. Aquí está surgiendo una nueva forma de entender la comunicación sin cortapisas. Las plataformas creadas en paralelo al 15M son ejemplo de ello. Porque, aquí, en la red, ya está la televisión del futuro. Ahora sólo faltan más profesionales que sepan administrar, con calidad y sentido periodístico, todo ese desbordante caudal de contenidos sin digerir.
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