OPINION

El castigo de la audiencia a los estrenos del verano

DANDO LA NOTA ( Jaime Cantizano presenta nuevo programa para Antena 3)
DANDO LA NOTA ( Jaime Cantizano presenta nuevo programa para Antena 3)

Los comportamientos de la audiencia casi nunca son predecibles. En ocasiones, un éxito puede dejar atónito hasta al más experto en estadística televisiva.

Si anoche ganaba en número de seguidores la película de La 1, Soy espía de Eddie Murphy (1.589.000 espectadores), por encima de Sálvame deluxe (1.329.000 espectadores) y el concurso Avanti de Carlos Soberta (1.350.000 espectadores); el jueves el caso fue aún más sorprendente: el contenedor Los clásicos de La 1 lideró con el filme Raíces profundas (13.6 por ciento de share y 2.094.000 espectadores), una película que hace sólo un año sería impensable ver programada en la primera cadena de TVE.

Mientras que el programa veraniego de estreno de Antena 3, Dando la nota, con artistas famosos cantando todo tipo de hits musicales, se quedó en la segunda posición con 12.2 por ciento de share y 1.777.000. Tampoco corrió mejor suerte el último capítulo de Hospital Central que ni con la aparición estelar de Ana Belén logró superar un 11.6 por ciento de share, con 1.833.000 de seguidores.

Con estos resultados, da la sensación de que la gente castiga a las nuevas apuestas de las cadenas. Quizá porque tampoco son tan nuevas y denotan una falta de ideas preocupante. Si Todo el mundo es bueno de Telecinco parecía una mala copia de Tú sí que vales, el estreno del nuevo programa de Jaime Cantizano, Dando la nota, que podía ser una apuesta interesante para los jueves noche, también se ha quedado en una versión mala del mítico Furor que estaba capitaneado por Alonso Caparrós bajo la dirección de Fernando Navarrete.

Los ingredientes so los mismos: dos equipos de famosos "picados" por ser los mejores dándole al karaoke. Y en vez de "minipuntos" había "minicantis", unas pequeñas figuras de Jaime Cantizano en formato Barbie Superstar.

Curiosamente, Dando la nota no aprendía de los aciertos televisivos con los que Furor  triunfó en los noventa. Ni tuvo rótulos divertidos sobreimpresionados en pantalla, ni tuvo público poseído cantando aquello de "Popurrí, popurrí", ni un arranque de programa pegadizo para propiciar un subidón inicial.  Sólo fue una batalla de berridos, con un presentador que parecía no terminar de estar cómodo sin María Patiño. Porque Dando la nota se olvidó, en la noche de su estreno, de una de las claves fundamentales del sentido de la televisión: No se puede hacer un programa musical, aunque sea cómico y tenga variopintos concursantes, con el noventa por ciento de los invitados cantando fatal, porque, entonces, el formato es imposible de ser disfrutable. Las voces deben de ser más equilibradas, como sucedió en el acertado cásting de Tu cara me suena. O la audiencia huirá... para que no le duelan los oídos.

http://www.youtube.com/watch?v=GPfMfve6ync

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