OPINION

El arte de Mediaset para convertir sus nuevos programas en un acontecimiento social

JESUS-VAZQUEZ-LA-VOZ
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Cuatro y Telecinco. Telecinco y Cuatro. Las dos cadenas principales de Mediaset España han arrasado esta semana con dos de sus apuestas clave para la temporada que acabamos de parir. Si hace dos días La Voz fulminaba a la competencia con sus audiciones ciegas, ayer Quién quiere casarse con mi hijo demostraba que podía aumentar su éxito en su regreso (lideró con 14.1 por ciento de share y 2.105.000 fieles) gracias a un nuevo cásting estrambótico que funciona a la perfección, como ya analizamos aquí,  en un formato magistralmente ideado para divertir a la audiencia de forma hipnótica.

En ambos casos, en La Voz y en Quién quiere casarse con mi hijo, la factoría dirigida por Paolo Vasile y Manuel Villanueva no se ha conformado con lanzar dos programas potentes al vacío del prime time, no. Mediaset ha creado el envoltorio más atractivo para maximizar los resultados de estos dos espacios. Lo ha logrado a través de unas campañas de promoción sutilmente machaconas y, sobre todo, sabiendo exprimir las posibilidades de las nuevas formas de consumo catódico, dentro y fuera de la tele.

De esta forma, el equipo de Mediaset España, además de promocionar estos programas por el cauce habitual, ha creado alrededor de ellos la sensación de encontrarnos ante un ACONTECIMIENTO INAUDITO. La audiencia ha tenido la impresión de asistir, en primera persona, a un sarao único e imprevisible, teniendo además voz y voto, como implacables jueces, a través de las redes sociales.

Ahora mismo, para muchos espectadores, sería imposible concebir La voz o Quién quiere casarse con mi hijo sin la posibilidad de comentar cada chascarrillo en Twitter, donde estos programas han copado el ranking de trending topics de forma abrumadora. Mediaset ha sido consciente de esto y lo ha sabido alimentar. El público se ha sentido más partícipe que nunca del producto televisivo. Los espectadores se sienten más influyentes que antes, capaces de ensalzar o derribar programas (que se lo digan a La Noria) y perciben que ahora tienen línea directa con las cadenas.

Pero la estrategia no queda ahí. Mediaset ahora está empezando a dar pasos para recuperar la potente marca de Cuatro. El gran valor diferenciado de la cadena roja, que lograron con maestría Fernando Jerez y Elena Sánchez, se difuminó por culpa de algunos movimientos tras la fusión, como mezclar Gran Hermano con Fama a bailar. Así, Cuatro está lanzando una campaña que grita Vive Cuatro y que permite al público realizar su propia promo para la continuidad de la cadena. Serán emitidas las cuatro más votadas por los internautas. Más participación, más ACONTENCIMIENTO. También la presentación de la temporada de Cuatro recordó a las puestas de largo que se realizaron en el nacimiento de la tele de Prisa, donde se reunía a todos los rostros juntos en un set marcado por la esencia de un canal que nació aspirando a ser más que un canal: una marca para sentir como algo propio.

Y esa misma característica han tenido los dos grandes estrenos televisivos de esta temporada: la gente los ha sentido propios, porque el público necesitaba acontecimientos rotundos en la monótona parrilla actual. Y ahí Mediaset ha metido un gol a Antena 3, cadena que hoy estrena Te lo Mereces. ¿Cuánto público potencial se ha enterado de que se estrena este programa con Paula Vázquez?  Claramente, Mediaset ha logrado adelantarse a la competencia transmitiendo a la masa sus dos lanzamientos como un "must-see" , un evento de obligada visión para no quedarte fuera de las conversaciones del día siguiente. Y es que, al final, la televisión sólo es televisión si conecta con la gente. Ahora toca otro reto importante: mantener el share y huir de un peliagudo palabro: el desgaste. Pero eso ya es otra historia.

@borjateran 

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