Tensión en 'La Voz': Ruimán abandona en directo el concurso por "incomodidades con Melendi"

Parece que la polémica acompaña a La Voz en su lucha contra un posible desgaste de audiencia. Esta noche, el concursante ciego del concurso, el canario Ruimán, decidió irse del programa tras interpretar la canción Remolino, de Pancho Céspedes.

Fue una actuación que se ganó el aplauso del público que se encontraba en el plató, pero Ruimán, al terminar, soltó un inesperado “Feliz Navidad” y, después, añadió que había tomado la decisión de abandonar el talent show de Telecinco. “Por desacuerdos con la dirección del programa y por incomodidades con mi coach (Melendi), he decidido dejar esto porque creo que es mejor abandonar a tiempo y dejar que sigáis disfrutando con mis compañeros”, sentenció Ruimán frente a la mirada atónita de Rosario, Bisbal, Malú y, sobre todo, de Melendi, su padrino en el programa.

Melendi se quedó perplejo. Y también Malú, que defendió, alterada, a su vecino de silla giratoria con un "a este que está aquí sentado le conozco perfectamente y me pongo en el fuego y no me quemo, porque no me creo que Melendi haga nada en perjuicio de sus talents". En ese instante y con tanto griterío, La Voz recordó, por un instante, al viejo debate de Telecinco Moros y Cristianos. Eso sí, sin la vidente paranormal Aramís Fuster.

Mientras tanto, Jesús Vázquez, escuchando por el pinganillo instrucciones de la dirección del show, supo aprovechar el conflicto para enganchar a la millonaria audiencia, alargando hasta el final del programa la tensión de lo que ocurriría realmente con el concursante ciego. De hecho, hasta la 1.30 de la madrugada, no se supo que Ruimán había sido salvado por la audiencia. No obstante, esto no sirvió de nada: Ruimán lo tenía muy claro y no regresó al plató aunque, igualmente, su decisión sorpresa logró mantener en alto la intriga y el juego televisivo durante toda la noche. Y ya sabemos que Telecinco es única aprovechando este tipo de circunstancias.

Tras su salida del estudio, los espectadores empezaron a elucubrar en la red social acerca de las causas de la marcha de Ruimán , alguno incluso se atrevió a bromear con que el cantante era “uno de los pasajeros del avión donde la lió Melendi y hoy se ha vengado”. Los chascarrillos crecieron entre los tuiteros.

Por lo demás, fue una gala en la que se intentaron mejorar elementos de realización y se reposicionaron las cámaras para no ver siempre a Jesús Vázquez a vista de pájaro (también se retiró su micrófono de mano para no escucharle en la lejanía como la semana pasada). A pesar de todos estos cambios, el conjunto final de La Voz siguió sin ser armónico ni deslumbrante a nivel visual, y el repertorio de canciones volvió a parecer clonado de la primera edición de OT, pero con un sonido bastante peor. ¿Cuándo nos brindará La Voz el espectáculo de primera línea que de verdad merece su colosal éxito?

> Así fue la primera gala en directo

@borjateran

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