España, Hungría, Italia, Rumanía, Serbia y Ucrania son los países que cuentan con las televisiones públicas más sometidas al poder. Así lo ha sentenciado el Consejo de Europa, un organismo que vela por los principios democráticos y que ha mostrado su preocupación por el control político de RTVE, tras la llegada de la nueva dirección y después de siete años de reconocida independencia.
“Es necesario proteger a las emisoras públicas de las injerencias partidistas. Los puestos directivos no deben estar destinados a personas con una clara afiliación política”, señala un informe del Consejo de Europa que analiza el estado de la libertad de los medios de comunicación en Europa.
TVE, aludida, ha salido al paso declarando que “El actual equipo de Dirección de la Corporación pública no se reconoce en la afirmación de la Asamblea de este Organismo cuando indica que 'debe evitarse en los cargos de dirección a profesionales con filiación política partidista'. Ningún cargo de la actual Dirección de la Corporación RTVE, ni su Presidente tienen ninguna 'filiación política partidista' de ninguna clase”, sentencia el comunicado de prensa.
Aunque esta última afirmación choca, quizá, con el currículum del director de informativos de TVE, Julio Somoano, que creó una tesis en 2005 bajo el título 'Estrategia de comunicación para el triunfo del Partido Popular en las próximas elecciones', donde se reflexiona sobre fórmulas para utilizar la televisión pública para influir en el electorado.
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