OPINION

¿Por qué el estreno de 'Gran Hermano 14' se enfrenta a la final de 'Tu cara me suena'?

Mercedes Mila Gran Hermano 14
Mercedes Mila Gran Hermano 14

Gran Hermano regresa el próximo lunes. Será la edición número 14 del formato que revolucionó el entretenimiento televisivo a principios de la década pasada, marcando un antes y un después a muchos niveles y convirtiéndose en el programa pionero de la telerealidad en directo.

El lunes, GH volverá a ser pionero de nuevo, pero esta vez por una estrategia bien diferente: será el primer gran formato cuyo estreno se lanza como arma arrojadiza contra la gran final de un éxito, Tu cara me suena.

La contraprogramación se ha vuelto un carro de batalla recurrente en la lucha feroz entre Telecinco y Antena 3. Casi desde sus orígenes, ambas cadenas usan sus caballos ganadores para aguarle la fiesta a la competencia cuando estrena algo potente o en cuanto uno de sus programas empieza a destacar. Lo que no resulta nada habitual en la historia de nuestra televisión es que el colofón final de un programa triunfante, como Tu cara me suena, sea contraprogramado con el estreno de un espacio que también rompe audiencias. Así sucederá este lunes 11. Pero... ¿qué sentido tiene?

Telecinco podría haber esperado y lanzar Gran Hermano otro día, ya sin Tu cara me suena. De esta forma, estaría protegiendo su producto estrella y más longevo, y evitaría poner a sus clientes principales, el público, en la dicotomía de tener que elegir entre ver el numerazo final de Arturo Valls o Roko en Tu cara me suena o descubrir quiénes son los nuevos concursantes de GH. La propia Mercedes Milá ha dudado de esta decisión de su cadena, y ha declarado que "Telecinco me ha hecho una putada por empezar 'GH 14' contra 'Tu cara". De hecho, la presentadora ha afirmado que también ha seguido en más de una ocasión el programa de los famosos imitadores.

Pero no, Mediaset parece tenerlo claro. Este lunes, hay que enfrentar los dos productos de éxito de la productora Endemol. Y sálvese quien pueda. ¿Sus razones? Telecinco prefiere arriesgarse para no ceder ni una décima de share a Tu cara me suena, que sin un competidor fuerte, lograría un brutal dato de audiencia, dejando a la cadena de Vasile en mínimos.

Y es que se está librando una batalla encarnizada por la audiencia (en enero Antena 3 ganó a Telecinco) y no están dispuestos a bajar la guardia en ningún prime time. El objetivo el lunes es contrarrestrar como sea el furor social de la final de Tu cara me suena, aunque el precio que haya que pagar sea provocar que el estreno de Gran Hermano 14 tenga menos espectadores de los que tendría cualquier otro día. Un movimiento de contraprogramación agresivo, pero entendible dentro de una estrategia de programación.

La desinversión publicitaria que ha fomentado la actual crisis económica y la posición cada vez más igualada de los dos grandes grupos televisivos, Antena 3 (Antena3-LaSexta) y Mediaset (Telecinco-Cuatro), están propiciando que la estrategia televisiva se vuelva una cuestión de táctica, como señala el director general de contenidos de Mediaset España, Manuel Villanueva.

JUEGO DE EQUILIBRIOS... Y SÍMBOLOS

Todos opinamos desde casa, todos creemos ser expertos en televisión, pero la programación es un juego de equilibrios tan delicado como enrevesado. Construir una parrilla de una cadena de televisión no es fácil. Unas décimas de share pueden derribar el ansiado liderazgo mensual de un canal, y hay que evitar ese riesgo.

Son, al fin y al cabo, estrategias, políticas, formas de ser y de llevar un negocio. Pero esas formas de ser tampoco deben olvidar que, al final, una televisión generalista también debe sembrar una imagen que logre la identificación del espectador. Porque la televisión es un electrodoméstico particular, que depende de nuestras emociones, filias y fobias.

En el fragor de la batalla, por tanto, hay algo que los programadores no deberían obviar: la competencia es necesaria y obligatoria en este negocio, sí, pero a veces, puede que sea conveniente dejar respirar al contrario sólo un día. Quizá se pierda una jornada, pero, sin regalar nada, es posible que se gane en imagen social, credibilidad y fortaleza. Y son estos ingredientes los que reportan más alegrías en un recorrido a largo plazo, e incluso pueden resultar más convincentes para un anunciante que un simple dato de share.

Gran Hermano es un símbolo para Telecinco, puede que el mayor símbolo de su historia, y por eso mismo merecería que se cuidara el estreno de su décimo cuarta edición en lugar de ser lanzado al ruedo de la más desbocada e inmediata competitividad.

Porque, pase lo que pase el lunes, Tu cara me suena no va a dejar de ser el éxito rotundo que ha sido en sus dos ediciones y además con rivales muy fuertes enfrente. Sin embargo, que GH 14 vaya a ser el caballo ganador infalible que Mediaset pretende... aún está por verse.

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