OPINION

Los fans de 'Verónica Mars' donan más de 3 millones de dólares para que se produzca la película

VERONICA MARS
VERONICA MARS

¿Es el crowdfunding la salvación a la financiación de productos artísticos como el cine o la música?

Verónica Mars nunca tuvo un final. Y los fans están dispuestos a solucionarlo: la serie volverá convertida en una película a través de la financiación de sus propios seguidores. Rob Thomas, creador de la ficción, y la actriz Kristen Bell alcanzaron un acuerdo con Warner Bros para realizar una campaña de crowdfunding, un sistema, cada vez más popular, que permite a cualquiera convertirse en mecenas dando donaciones de diferente cuantía a un proyecto en un determinado plazo de tiempo.

El objetivo económico de este filme: dos millones de dólares en un mes. Esta meta fue superada en tiempo récord. Los fans ya han entregado 3,711,423 de dólares. Verónica Mars se ha transformado ya en la propuesta de crowdfunding que más rápidamente ha alcanzado su propósito. De hecho, sólo tardó cuatro horas y 24 minutos.

Los fans de Mars han dado una lección a Warner Bros que, ahora, no le queda más remedio que dar luz verde a esta película. Le saldrá barato, pues los propios seguidores serán los inversores del millonario proyecto.

VENTAJAS Y PELIGROS DEL CROWDFUNDING.

Verónica Mars fue retirada en 2007 por sus debilidades en audiencia. Pero la estudiante que también era detective privado ha demostrado contar con una legión de fieles dispuestos a entregar sus ahorros para descubrir el guion que cierra las tramas abiertas y dará un final digno a la historia.

La Warner dijo no. Pero la audiencia puso la pasta. Y es que la red no sólo está cambiando el consumo televisivo para hacer a los espectadores más partícipes. También está transformando al público en su mecenas. En España ya es una práctica demasiado habitual en cine, cortometrajes, música y otros ámbitos culturales que buscan desesperados vías de financiación tras los recortes públicos. Aunque, a veces, algunos de estos proyectos abusan de la buena fe de los donantes y el crowdfunding corre el peligro de convertirse en una arma de doble filo, pues mal utilizado puede volverse en contra incluso de la credibilidad de la producción cultural.

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