OPINION

¿Por qué ‘Splash!, famosos al agua’ ha perdido tanta audiencia?

SALTO ARTURO VALLS SPLASH
SALTO ARTURO VALLS SPLASH

El programa de Antena 3 podría marcar un nuevo mínimo esta noche frente a una morbosa expulsión en 'Gran Hermano'.

La versión norteamericana de 'Splash!' también pierde espectadores en cada edición.

Splash! Famosos al agua era la última gran apuesta de entretenimiento de Antena 3. Tenía puntos fuertes para construir un triunfo: variopintos famosos lanzándose al vacío, saltos acuáticos espectaculares, un insaciable jurado y mucha diversión.

Pero, además de estas fortalezas, el programa también venía de fábrica con una dura contraindicación: el rápido desgaste que propician los saltos, pues visto un programa, visto todos. La emoción y expectación de la audiencia se ha ido esfumando tras el exitoso estreno.

Eso sí, el programa ha intentado luchar a través de una encomiable creatividad contra este handicap del formato, pero ha caído en varios errores que más allá de frenar la pérdida de espectadores, ha potenciado esta fuga de público cada semana.

Para empezar, España no tiene tradición de saltos y da la sensación de que Antena 3 pensó que Splash! podía ser una continuación clónica de Tu cara me suena, aunque nada que ver: en los saltos acuáticos no existen fidelizadoras canciones reconocibles por el público, ni emblemáticas imitaciones con las que empatizar, ni una progresión de sus concursantes fácil de seguir, ni diferentes puestas en escena con las que sorprender, como ya adelantábamos en Lainformacion.com hace unos días. Es más, Splash produce el efecto contrario: mientras que Tu cara me suena va creciendo con el paso de las semanas, el programa de los famosos y los trampolines va perdiendo espectacularidad para el público debido a la escasa evolución visual y dramática del show.

Y ha quedado claro que estirar el gag de Falete tirándose a la piscina no era la solución para estos males. Parece que los responsables del programa no se percataron de que la vertiginosa curva creciente de audiencia que buscaba ver a Falete el día del estreno del programa, en realidad, sólo quería saciar el morbo de tal aparatosa caída. Las semanas posteriores eso ya daba igual: ya estaba visto. La espectadores no quieren reírse 'con' Falete, querían reírse 'de' Falete en el instante que de verdad le imponía lanzarse del trampolín. Y este cartucho se quemó el primer día.

Tampoco Arturo Valls ha logrado congeniar del todo con Splash!. Mientras que en Tu cara me suena se convirtió en total revelación, aquí su sentido del humor parece más postizo e incluso ha rozado, en una ocasión, una delicada línea de lo obsceno que no es necesaria y que ni se entiende más allá de una broma privada. De esta manera, la semana pasada, se quedó en bañador con un bulto sospechoso y desmesurado a la altura de la entrepierna. Minutos después, fingió que se iba a tirar desde lo más alto. Pero reculó y hubo un sketch eterno en el que fue descendiendo de cada plataforma hasta que finalmente se tiró del borde de la piscina. Se hizo demasiado largo y sólo consiguió que se notara más la preocupación por el desgaste del programa. Y justo esta estrategia no debe ser tan evidente: desde casa se intuyen todos los resortes del artificio para camelar el share. Todo resulta algo forzado y no se contagia a través de la tele el buen rollo de la piscina.

GRAN HERMANO, AL ROJO VIVO

Y, para colmo, al mismo tiempo que Splash! pierde y pierde interés, en la competencia crecen con poderío las tramas de una edición de Gran Hermano que arrancó descafeinada, derrotada contra la final de Tu cara me suena y el lanzamiento de Splash!, y que, ahora, ha encontrado su filón: se llama Miriam, sobrevivió al naufragio del Costa Concordia gracias a ver Titanic y entró a GH porque su novio le hizo una sorpresa. Aunque, al final, la sorpresa ha sido para él, el novio, que ha sido testigo del acercamiento de su novia, con la que estaba a punto de casarse, a otro concursante de la casa, con 'edredoning' incluido.

Los cuernos públicos han hecho subir el share del formato de Telecinco como la espuma y, esta noche, la chica que sobrevivió al crucero está nominada. ¿Se verá las caras con su ex en plató? El morbo está servido, porque si no sale ella, también está nominado Igor, el "amante" de Miriam, cuya salida daría juego igualmente. Y, por si todo esto fuera poco, la tercera nominación es de los gemelos, Gonzalo y Carlos, que en las últimas horas han protagonizado una bronca, en muy malos términos, con Argi. En Twitter, el trending topic #gemelosexpulsióndisciplinaria está en lo más alto desde hace más de veinticuatro horas, con muchos espectadores pidiendo que se les expulse directamente. Conclusión: que Gran Hermano 14 ha sabido encontrar el culebrón de esta temporada y, con esta trama, puede arañar buen dato. Difícil captar la atención desde Antena 3 a la misma hora, ni aumentando la rivalidad entre los concursantes piscineros.

SPLASH!, UN FORMATO INTERNACIONAL CON PIES DE BARRO

No obstante, otro de los puntos que hay que analizar es la rapidez con la que se compran formatos internacionales que triunfan en un país aunque, realmente, no estén testados en el ámbito global ni en la dura prueba del paso del tiempo. Y es que las televisiones también se tiran a la piscina. Si estudiamos la audiencia del Splash! norteamericano descubrimos que casi se calcan los datos de pérdida de espectadores con nuestra versión patria. De la primera a la segunda semana, ambas versiones cayeron un 25 por ciento de audiencia. El comportamiento de españoles y yanquis es casi idéntico. La última edición de los saltos acuáticos de la cadena ABC se fue al cuarto puesto de la noche con 5.700.000 espectadores, mientras que su competidor más directo, The Voice, casi triplicó el dato con 13,6 millones.

Aún así, Splash ha sido un buen formato para seguir marcando la personalidad de una cadena que está sembrando una imagen de canal generalista que invierte en televisión por todo lo alto y para todos los públicos. Pero la fórmula piscinera se acaba. Y Antena 3 deberá buscar otro recambio para seguir contando con un contundente pilar de entretenimiento que sustente su parrilla y complemente a Tu cara me suena. Los talents pueden ser más baratos de producir que una costosa ficción y traen muchos réditos a largo plazo si saben exprimirse. Y para eso, al final, lo mejor es siempre conectar con el público a través de personajes con los que soñar, aprender, sufrir, crecer, reír, enamorarse, desenamorarse y, siempre, emocionarse. Y ya si saben cantar, bailar y dejarse llevar en riguroso directo... mucho mejor.

Y ADEMÁS...

6 puntos fuertes de 'Splash!'

8 puntos fuertes de ‘Tu cara me suena’

El estreno de 'Splash!' supera en 10 puntos a 'GH'

¿Por qué Antena 3 y Telecinco apuestan por programas clónicos de saltos acuáticos?

Mostrar comentarios