OPINION

¿La audiencia de televisión se puede medir a través de Twitter?

AUDIENCIA TWITTER
AUDIENCIA TWITTER

Es un hecho: las redes sociales están cambiando las formas de ver la televisión. El público ha dejado de ser sujeto pasivo para participar en primera persona y en directo a través de sus comentarios en Twitter. El espectador es ahora, por tanto, más poderoso que nunca.

Las cadenas luchan por coleccionar trending topics. Y, así, crece la convicción social de que se puede saber la audiencia de un programa en tiempo real por obra y gracia del número de tuits que se le dedica a un programa concreto. A mayor cantidad de tuits, más audiencia.

Pero esta sensación es falsa. Twitter aún no es un medidor fiable de audiencia. Al contrario, puede desvirtuar el consumo real de la televisión. Según dicen, casi trescientos millones de personas en el mundo tuitean, pero lo cierto es que hay una parte aún mayor de espectadores que no está en la red social. Sólo una minoria tiene Twitter y lo usa activamente. Por lo tanto, no es un contador fidedigno.

Pongamos como ejemplo el cacareado estreno de TVE el pasado miércoles: MasterChef, que consiguió ser trendingt topic nacional y global. Esto se tradujo en el que el talent show de cocineros llegó a lograr un share social del 37,93 por ciento, con 150 comentarios/minuto. Con estos datos, parecía que el programa estaba siendo un éxito de audiencia.

Pero no, al contrario. El público acogió con frialdad el lanzamiento de MasterChef, logrando un escaso 11 por ciento de share y 2.058.000 espectadores reales. Ocupó el cuarto puesto de las audiencias y estuvo lejos del espacio líder, Hay una cosa que te quiero decir (16.5% y 2.381.000). Curiosamente, el formato de sorpresas de Jorge Javier Vázquez fue lo más visto cuando no goza de tanta repercusión en la red social. ¿Por qué? Muy sencillo: su público mayoritario ni tiene Twitter, ni iPhone, ni una tablet con la que comentar, y además vive completamente ajeno a lo que se está comentando en la red.

Algo similar pasó en el estreno de Gran Hermano 14, que Telecinco enfrentó a la esperada final de Tu cara me suena. La cantidad de mensajes del reality de Mercedes Milá fue superior a la del programa de imitadores de Antena 3. Al ver esto, en pleno directo, pudo cundir el pánico en el plató de Tu cara me suena, pero los responsables del formato, en vez de preocuparse, por lo que se comentaba en Twitter, no cambiaron escaleta, no se pusieron nerviosos, simplemente siguieron disfrutando con pasión e ilusión de su propuesta de espectáculo. Al día siguiente, se descubrió la realidad: Tu cara me suena lideró con holgura durante toda la emisión, con una curva de espectadores contundente, frente a un Gran Hermano que marcaba su estreno menos visto.

EL SHARE SOCIAL NO ES EL SHARE TELEVISIVO REAL

Y es que aún es pronto para que el Twitter sea un medidor de audiencias, que nadie se autoengañe. La red social es un buen pulsómetro de opinión y las cadenas deben prestarle mucha atención, pero el share social no es el share real. A veces, hay películas de La Sexta 3 que consiguen convertirse en trending topic durante su emisión y al día siguiente descubrimos que su audiencia real no pasó del 1 por ciento o 2 por ciento de share. Eso demuestra que Twitter es un patio de vecinos ruidosos pero, quizás, mucho más pequeño de lo que creemos.

Eso sí, con el tiempo y la democratización de las redes sociales, Twitter podrá hacer una radiografía más exacta de lo que ve la gente. Será cuando todos los estratos sociales estén representados. Porque la red social aún no es una muestra representativa fiable. Aunque a quienes lo usamos diariamente nos cueste creerlo, la audiencia mayoritaria no escribe en 140 caracteres ni sabe lo que es un trending topic. Y, probablemente, ni falta que le hace

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