OPINION

'Vive Cantando': costumbrismo, karaoke y buenos actores

MARIA CASTRO VIVE CANTANDO
MARIA CASTRO VIVE CANTANDO

Analizamos la nueva apuesta de ficción de Antena 3, que se estrenó ayer liderando con un 18,7 por ciento de share.

En la televisión que nos está tocando vivir, somos poco valientes. Muy poco. Pero, de vez en cuando, te sorprenden producciones que suponen un riesgo creativo con talento detrás. Es el caso de Vive Cantando, que se estrenó ayer, casi por sorpresa. De hecho, ha sido el primer gran estreno de la temporada. Y no decepcionó. El guion, coordinado por Darío Madrona y Mariano Baselga, logró realizar el complicado equilibrio entre los testados clichés que muchas veces exigen las cadenas y las ideas con personalidad propia. También la dirección. Se nota que está detrás Miguel Albaladejo, pues el primer episodio contó con ese costumbrismo tan real suyo que hemos visto en películas como El cielo abierto o Cachorro.

Protegida sin anuncios, sólo con un corte mínimo para publicidad, Vive Cantando nos mostró un relato con tintes dramáticos pero a través de personajes que quieren ser felices.

María Castro, que da vida a La Trini y su hermana enferma (nunca se sabe de qué), interpretada por una genial Pilar Castro, construyen la premisa de una ficción que, como es lógico en una cadena generalista, busca ser reconocible para las grandes audiencias. No lo disimula. Lo hace bordeando el dolor y primando el lado positivo de nuestra existencia. Eso sí, esto no es Menudo es mi padre con el Fary, que en paz descanse. Vive Cantando es una evolución de lo de siempre, pero bien actualizado, desarrollado e  interpretado.

Además, la serie consiguió el más difícil todavía: presentar la historia sin confundir ritmo con velocidad. Cociendo la trama sin las atropelladas prisas que obsesionan a algunos responsables televisivos que se olvidan que, de esta forma, matan el clímax. Y ese fue uno de los riesgos de Vive Cantando que, al final, fue ventaja.

Otro valor añadido de esta producción es mezclar actores reputados y consolidados de la talla del padre, Manuel Galiana, con la primera gran oportunidad televisiva a prometedores jóvenes, más desconocidos, como Víctor Sevilla (triunfó en La vida por delante con Concha Velasco) o Ignacio Montes (visto en BuenAgente).

De nuevo, un barrio de clase media baja como centro de las vidas de una serie que quiere representar a un país. Y lo representa bien, pues esta ficción intenta, con ingenio, convertir su bajo presupuesto en virtud. La evolución de las tramas en las próximas semanas dictará sentencia. De momento, el primer capítulo ha desprendido alma. Y eso, para empezar, no es poco.

Y ADEMÁS...

Las nuevas series norteamericanas: las que mejor pintan (y las que peor)

Las series que lucharán por la audiencia el próximo curso

Así sería ‘Verano Azul’ si se hubiera rodado hoy

Razones por las que no podríamos hacer ‘Juego de Tronos’ en España

¿Qué le está pasando a la alicaída ficción nacional?

Mostrar comentarios