El Consejo de Informativos de TVE, órgano que vigilia la salud de los Telediarios de la cadena pública, ha vuelto a denunciar prácticas de manipulación informativa. El Cid ha desvelado el sesgado tratamiento informativo que impuso la dirección el día de la comparecencia de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ante el juez Ruz sobre el 'Caso Bárcenas'. También ha criticado la cobertura del violento asalto al centro cultural Blanquerna de Madrid, lugar en el que se realizaba un acto de celebración de la Diada de Catalunya y se omitieron imágenes para minimizar la importancia del suceso.
"El Consejo de Informativos de TVE ha acordado exigir la dimisión del Director de Contenidos de los Servicios Informativos, José Gilgado, al considerar que su actuación durante la elaboración del TD-2 del pasado 14 de agosto, ha vulnerado los principios editoriales de la Corporación RTVE y ha perjudicado gravemente la independencia y credibilidad de TVE y el derecho de los espectadores a recibir información imparcial, objetiva y veraz", sentencia el comunicado emitido ayer por el Consejo de Informativos de la cadena pública.
Según los trabajadores de Televisión Española, el director de contenidos y segundo de Julio Somoano, José Gilgado, obligó a los redactores a añadir que "según otras fuentes, Cospedal no ha mencionado ni a Rajoy ni a Arenas". Los periodistas de la cadena se negaron a incorporar esa información sin contrastar. Pero Gilgado incluyó la frase. Los autores de la pieza informativa decidieron retirar su firma. También lo hizo el editor del informativo de la noche. Al finalizar el Telediario, no salió su nombre en créditos.
"Con la negativa a identificar las fuentes, TVE se prestó a una maniobra de intoxicación y manipulación, incompatible con las prácticas que la ley exige a TVE y que solo podría beneficiar a una alta responsable del partido político que sustenta al Gobierno o a su entorno", añade el comunicado del Consejo, que reclama la dimisión de Gilgado. De hecho, la transcripción de la comparecencia de Cospedal deja registrado que sí mencionó a Rajoy y Arenas.
El Cdi, además, ha denunciado la cobertura sesgada del asalto ultraderechista al centro culturar Blanquerna de Madrid, en pleno acto de celebración en Madrid de la Diada de Catalunya.
A pesar de que fue una imagen que impactó a la sociedad el pasado 11 de septiembre, TVE sólo dedicó al asalto 25 segundos, no se hizo mención a las lesiones producidas a los asistentes, y se borró la imagen del ultra tirando por los suelos violentamente la bandera de Catalunya.
¿Por qué Televisión Española omitió este instante si era el hecho más descriptivo de lo que sucedió? Todos los informativos de las otras cadenas emitieron este plano. Solo TVE se olvidó de él. En cambio, en estos mismos telediarios si se ve quemar banderas de España, Francia y UE en Barcelona.
¿Buscaba TVE minimizar la responsabilidad del grupo ultra? Con estas descriptivas prácticas a los ojos de la audiencia, TVE entierra su manual de estilo que sentencia que "la manipulación de sonidos o imágenes por parte de un profesional de RTVE con el fin de modificar su verdadero contenido está estrictamente prohibida".
Tras años de reconocimiento social a su pluralidad, la nueva dirección de los informativos de TVE, con Julio Somoano y Jose Gilgado al frente, ha tirado por los suelos la credibilidad de los informativos. Lo han hecho al mismo tiempo que se ha esfumado el sólido liderazgo de audiencia de los Telediarios.
Los espectadores son más críticos y tienen más modos de acceder a la información que antaño. El resultado ha sido claro: una importante parte del público ha dejado de ver los informativos de la corporación pública que logran los peores datos de su historia.
Gran parte de la sociedad ya no se ve reflejada en su cadena pública. Es latente en la calle. TVE lo sufre. Pero, en cambio, la actual dirección de los informativos de la corporación no escucha las críticas, ni las denuncias y justifica la bajada de audiencia con argumentos que no se sostienen. Es más, parece darles igual el deterioro de los Telediarios y, de esta forma, mantienen estrategias de manipulación hasta dar la sensación de que, en realidad, se pretende torpedear cualquier tipo de confianza de los españoles en TVE para justificar su posterior desmantelamiento.
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