OPINION

El humor de 'Me Resbala' roba el liderazgo a 'Sálvame Deluxe'

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Analizamos las claves del éxito del buen estreno de Antena 3.

El show de Arturo Valls fue lo más visto del viernes.

Sálvame Deluxe lleva meses indestructible. El regreso de Belén Esteban, el embarazo de Chabelita (ya sin píxeles en la cara), la detención del hijo de Ortega Cano… El show de Jorge Javier Vázquez arrasa en audiencias y, hasta ayer, podía con todos: El Número Uno, Por arte de magia…

Pero, lejos de acoquinarse, Antena 3 ha seguido arriesgando con nuevas apuestas en la noche de los viernes. Y ayer lanzó otro invento que venía avalado por un gran éxito en Portugal, Me resbala.

Y, por sorpresa, esta mezcla humor y tropezones lideró su franja horaria (17.9% y 3.030.000), y se llevó por delante a Sálvame Deluxe, que se mantuvo fuerte gracias a su mayor duración (18.7% y 2.322.000). Por eso el dato del audímetro, hay que analizarlo viendo el número de espectadores que estuvieron frente al televisor , más objetivo, y no caer en el error habitual de observar el porcentaje de share.

Me Resbala ha nacido sin grandes alharacas, ni inversiones. Sólo con un punto fuerte: el humor de grandes cómicos que se atreven a superar unas pruebas delirantes. Todo ello coordinado, además, por un maestro de ceremonias que cuenta con un magnetismo especial para el público, especialmente tras su paso por Tu cara me suena: Arturo Valls.

¿Cuáles son las principales bazas de este formato?

Segundo éxito de Shine Iberia (productora de MasterChef), Me resbala invita cada semana a ocho relevantes actores, presentadores y/o humoristas de nuestra tele a participar en juegos, que miden su ingenio y reflejos para provocar la risa de toda la familia. Un antídoto para olvidar problemas.

Pero, también, y ésta es una de las claves del buen arranque del formato, la dinámica del espacio permite al espectador participar activamente desde el sofá de casa en cada juego: al observar, por ejemplo, como intentan adivinar películas o palabras prohibidas desde una silla que da calambres.

Y es que la otra arma infalible del espectáculo es ver cómo esta panda de artistas son torturados, sí torturados, sobre todo en el Teatro de Pendiente, el momento estrella del programa. Se trata de un decorado con una inclinación de 22,5 grados,  donde los famosos participantes deben escenificar un sketch luchando contra la gravedad. Y ahí se producen situaciones delirantes. Deben intentar actuar con normalidad, como si el set estuviera nivelado, pero la inclinación (y las trampas que guarda la escenografía) provocará que sea muy difícil conseguirlo.

Anoche destacaron Florentino Fernández, Miki Nadal, Edu Soto, Anna Simon o, el ganador de la noche, Josema Yuste. Lo hicieron en este show que aúna tropiezos e improvisación y que, además, cuenta con una realización visual bastante rápida de reflejos, que no se deja nada en el tintero.

Así, existen constantes planos de reacción del público y, también, del resto de los concursantes que esperan en su grada. Esto anima a la sugestión de la curiosidad entre la audiencia desde casa y tapa las deficiencias de una puesta en escena muy low cost y un ritmo televisivo frenéticamente forzado. No obstante, el espacio fue ganando en fluidez a medida que pasaba la noche hasta terminar en un subidón final con todos los participantes cantando una canción de despedida. Incluido Valls.

Me resbala ha ganado en su estreno, como sucedió a Carlos Sobera con sus Increíbles, otro programa familiar perfecto que parecía para el viernes noche, pero que se fue desinflando con el paso de la novedad de la primera semana. ¿Pasará lo mismo ahora? Y es que, mientras tanto, suponemos que en Sálvame Deluxe ya están maquinando una bomba de relojería para recuperar en próximas semanas el liderazgo perdido.

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