OPINION

Antena 3 gana noviembre: ¿cuál es la debilidad de Telecinco?

LA VOZ BOTON
LA VOZ BOTON

Ni con la apisonadora de Avatar, ni con el regreso de Rosa Benito, ni con La Voz. Telecinco no ha podido ganar la batalla por las audiencias de noviembre. Ha sido una ajustada contienda, donde Antena 3 ha liderado con una décima más. 14,1% de Antena 3 contra el 14% de Telecinco.

Así, casi en tablas, ha quedado la lucha por conquistar al público entre las dos grandes cadenas privadas. Pero, más allá del frío dato numérico, este resultado perfila una dificultad creciente de Mediaset para asentar nuevos éxitos tras años viviendo, en gran medida, de triunfos dilatados en el tiempo, en donde las baratas tertulias sobre corazón, tripas, realities y viceversa eran prioritarias.

Ahora, aunque Telecinco sigue teniendo una parrilla sólida con espacios como Sálvame o El Programa de Ana Rosa, la cadena muestra su debilidad en un modelo de negocio que revela síntomas de desgaste. De hecho, su audiencia más habitual se sostiene en públicos que no son tan jugosos para los anunciantes, pues su perfil está comprendido en edades más adultas y de clase más baja que gastan menos en los productos que se anuncian por la tele.

DE OVERBOOKING A DESORDEN 

Antes, cada noche, Telecinco contaba con prime time competitivos, overbooking de éxitos con gran personalidad e intentaba innovar en contenidos para crecer, ahora la cadena sufre ausencia de ficciones de éxito o realities novedosos. También ha decaído el filón de La Voz, que padece las consecuencias de una mecánica repetitiva.

Es más, da la sensación de que esa pérdida de liderazgo en audiencias (y, también, en variedad de formatos en emisión) ha propiciado que se tomen decisiones apresuradas y, lo que es más peligroso aún, que no se arriesgue como si hace la competencia, lugar en el que no cesan estrenos en busca de congeniar con un público ansioso de alternativas de entretenimiento.

LA IMPORTANCIA DE LA IMAGEN SOCIAL DE UN CANAL

En televisión, las identidades de marca cocinadas a medio plazo son claves, como hizo Telecinco a finales de los noventa bajo el eslogan de 'La televisión de hoy', un trabajo de marca que asentó los cimientos de un éxito prolongado hasta hoy.

Esta temporada, por tanto, la cadena principal de Mediaset ha sufrido una oferta de prime time variante, caótica y con un fin de semana preocupante, más aún tras la cancelación de El Gran Debate. A diferencia de Antena 3 que ha conseguido una programación clara y definida en cada día de la semana. De esta manera, los espectadores conocen qué formato se emite cada noche, justo después de El Hormiguero que también sirve como pilar estructural que ordena y organiza la parrilla.

Parece que ha llegado la hora de una renovación en Telecinco, de intentar vivir menos al límite en la utilización de contenidos polémicos y empezar a cuidar más los símbolos cómplices con el público: los símbolos que sembraron el colosal éxito de este canal tan querido y odiado, a partes iguales.

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