OPINION

Gonzalo, el concursante que convirtió 'MasterChef' en 'Sálvame'

GONZALO-MASTERCHEF
GONZALO-MASTERCHEF

'MasterChef' vivió anoche un momento más propio de un reality de Telecinco que del programa de cocineros de TVE.

La competitividad es uno de los ingredientes imprescindibles en todo talent show que se precie. A veces, los concursantes intenten disfrazar esta competencia de compañerismo, pero en otras ocasiones la rivalidad surge de manera feroz. Es lo que está ocurriendo en esta segunda edición de MasterChef con Gonzalo, un profesor de yoga que ha viajado por medio mundo y que actualmente reside en Dubai.

Suponemos que Gonzalo se mostrará muy relajado en sus clases de yoga, sin embargo en MasterChef produce crispación más que otra cosa. "Los 100.000 euros de este programa van a ser míos caiga quien caiga, pese a quien pese", ha llegado a sentenciar ante la cámara, con una prepotencia inaudita.

Aunque no queda ahí la cosa. Su falta de conexión con otra de las concursantes, Marina, provocó anoche un encendido conflicto que parecía sacado de un reality de Telecinco. No era Sálvame, pero casi. "Tiene un cacao en la cabeza que no se aclara ni él", afirmó Marina sobre Gonzalo, comentario ante el que este no tardó en responder.

"Marina, ya sabes que tú y yo no nos hablamos, chitón", replicó el profesor de yoga, para después añadir: "Vas diciendo mentiras sobre mí, diciendo que mi madre no está enferma y que me lo estoy inventando, diciendo que no se me ha muerto un familiar. O sea que, guapa, cállate, que bastante tenemos ya. ¡Petarda!". Y con este panorama de trapos sucios se hizo un silencio en plató que dejó con cara de póker a la propia Marina. Tampoco Eva González pudo disimular su estado de shock, a pesar de que ella tiene experiencia en discusiones entre copleras en Canal Sur.

Y Pepe Rodríguez, desde su posición de juez, también se quedó con cara de pescado congelado.

Más tarde, Gonzalo le dedicó, con retintín, a Marina el instante en el que descuartizó un bogavante con un cuchillo. "Marina", va por ti", exclamó el concursante cuando cortó el bogavante sin compasión. Y la realización del programa supo captar muy bien la reacción de la aludida en el balcón de los salvados. De hecho, Marina hizo un gesto bromista de sentirse "acuchillada".

Y este es uno de los grandes puntos fuertes de MasterChef:  el equipo del programa sabe enfatizar la tensión, la emoción y el ritmo del concurso a través de un montaje de imágenes que muestra al espectador todo lo que quiere ver y escuchar en cada momento, los cuchicheos, las reacciones...

Por más que la discusión de trapos sucios con su compañera pareciera especialmente fuera del tono habitual de MasterChef, un concursante como Gonzalo ayuda a potenciar el conflicto televisivo y la indignación en las redes sociales, que se volcaron comentando su soberbio comportamiento. Por cierto, su plato de bogavante dedicado a Marina fue considerado uno de los tres mejores de la noche, así que la vena competitiva de Gonzalo todavía no le ha pasado factura y seguro que seguirá dando guerra en las próxima semanas. Porque los 'villanos' también son necesarios en los talent shows.  El espectáculo está servido. Nunca mejor dicho.

> Ver el vídeo de la polémica 'gonzalada' en rtve.es

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