OPINION

25 años del estreno de 'Los vigilantes de la playa': la serie que pagó David Hasselhoff

LOS VIGILANTES DE LA PLAYA
LOS VIGILANTES DE LA PLAYA

Este verano se cumplen 25 años de la primera temporada de Los vigilantes de la playa. La ficción que nos recuperó a David Hasselhoff. Aquí no tenía coche fantástico, pero sí un bañador rojo para correr a cámara lenta, y siempre metiendo barriga, por las playas de Santa Monica.

Los vigilantes de la playa ha pasado a la historia como una de las series más exportadas. Se ha traducido a más de cuarenta idiomas y se ha visto en más de 140 países. Y es que la temática traspasaba fronteras: socorristas que viven espectaculares aventuras, pues no sólo velan por la seguridad de los bañistas, también solucionan todo tipo de entuertos, desde destapar a asesinatos en serie hasta abortar una explosión nuclear. Sin olvidar, las picaduras de las simpáticas medusas, claro.

Pero los comienzos de esta icónica ficción no fueron fáciles. La audiencia dio la espalda a la vida de los vigilantes y la cadena NBC abortó el proyecto tras una primera etapa. La producción se frenó, pero el propio David Hasselhoff puso dinero de su bolsillo para que su regreso no se cancelara de la noche a la mañana.

Así que Los vigilantes de la playa regresaron. Y lo hicieron con un fichaje estelar a partir de 1992: Pamela Anderson. Los nuevos responsables de la producción tenían claro que a las tramas de acción, tensión y emoción necesitaban más cuerpos perfectos en paños menores y rociados con una tonelada de brillante aceite. De esta forma, entrarían mejor por los ojos al público. Acertaron, la 'belleza' sin medias tintas volvió a reinvidicarse como un buen motor del éxito televisivo.

Fue el empujón que necesitaba una ficción costosa de producir, por sus constantes exteriores, y que finalmente acumuló once temporadas de enredos, con un ir y venir de actores. Solo se mantuvo Mitch Buchannan, como el perfecto socorrista. Junto a él, destacó su inseparable hijo Hobie, que fue interpretado por dos actores diferentes.

Al final, las tramas se desgastaron. Aunque la 'marca' Los vigilantes de la playa se expandió como franquicia, algo que, francamente, se podían haber ahorrado. Hubo una especie de spin off con los vigilantes enfrentados a ¡tramas de ciencia ficción! tipo Expediente X: Baywatch Nights. Y también una peculiar tv-movie, Baywath: Hawaiian Wedding, en 2003, con Mitch sufriendo amnesia. Un año más tarde, se cocinó un proyecto de película para cines que se quedó en el cajón.

¿QUÉ SUPUSO 'BAYWATCH' PARA LA TELE DE LOS 90?

Baywatch llegaba en plena resaca de la creativa televisión de los ochenta, dejando atrás las fórmulas del serial más estereotipado para explorar nuevos ritmos televisivos, que entremezclaban el drama y la comedia sin demasiados complejos. Una televisión donde era importante el físico por encima de la interpretación, una televisión que primaba la personalidad de un producto por encima de sus personajes. De ahí que recordemos tanto su extensa cabecera, cuando aún se cuidaban las sintonías de los programas para crear una identidad de marca potente (tantas míticas en los noventa). El arranque de Los vigilantes de la playa tenía personalidad, garra y te sumergía en lo que venía: una serie refrescante para evadirte y alegrarte la vista. Sin más.

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