OPINION

El público pasota de Toñi Moreno en su nuevo 'T con T' de TVE

toni moreno publico
toni moreno publico

Analizamos claves del fracaso del programa de las tardes de La 1

Aún nadie se ha percatado en TVE que Mariló Montero no sube la audiencia. Al contrario, crea desinterés. Así sucedió este lunes con el tímido regreso de Toñi Moreno a las tardes con T con T, magazine que sustituye el polémico Entre todos y que, en su estreno, apostó por la presentadora de La Mañana de La 1 como primera invitada. Fue una entrevista con mucho corazón que sentaba las bases de la esencia del programa: rosa, sensible y emotivo. Pero, por supuesto, Montero no elevó el share. El formato arrancó con un pobre 5,3 por ciento de cuota de pantalla. Ayer este dato descendió al 4,7 por ciento.

Ya han pasado tres días de ese estreno, y T con T se va instalando en la parrilla de La 1 con un grave problema de identidad y mucho por pulir: un plató sin personalidad, un batiburrillo de secciones ya vistas y una Toñi Moreno que se muestra menos espontanea que Entre todos. Y es que este programa es más rígido que su predecesor.

Porque, si dejamos de lado peligrosas líneas rojas, Entre todos contaba con un formato televisivo claro: el espectáculo de la telelimosna y la emoción de la historia de superación, que congeniaba con un perfil de la audiencia. Nada que ver con T con T que es pura indefinición y tiene complicado conectar con el público, ya resabiado de esta clónica fórmula televisiva. De hecho, el programa de Toñi utiliza un lenguaje que denota que el espacio va dirigido a un target muy envejecido. Sin embargo, este perfil de audiencia también cambia de canal: prefiere otros ritmos que desprendan más verdad y no se muestren tan encorsetados en una insípida reinvención de la entrevista de siempre, el debate de siempre, las imágenes de archivo de siempre y los testimonios de siempre, con la presentadora en pie dando la espalda al público en plató.

En un momento en el que este tipo de estructura de 'programa de testimonio' desaparece de la televisión mundial, vuelve a TVE. Y regresa de la peor forma, pues incluso el público del estudio parece estar torpedeando cualquier mínimo de interés del programa de Toñi. Hacen de todo menos prestar atención a T con T. Y lo evidencian cuando están en plano. Alguno incluso parece dormido. Otros esconden el móvil entre las manos.

Un bodegón caótico compuesto por 'extras' repanchigados que evidencia en antena el desinterés que existe por el programa en la propia grada del plató.

La cámara delata la comunicación no verbal de los asistentes al programa: aburridos, cada uno mirando para un lado.... Todo mientras Toñi Moreno conduce su nuevo espacio de tarde cargada de buenas intenciones.

Aún T con T necesita rodaje, aunque ya ha nacido con un envoltorio incomprensible en una TVE que debería seguir siendo referencia de la tele de hoy... y del mañana. Ésta no es la TVE en la que la gente se pueda sentir identificada. Las formas no funcionan, ni con los más veteranos del lugar ni, por supuesto, con las nuevas generaciones.

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