OPINION

14 claves para entender la batalla de las audiencias de 2014: el año del triunfo del modelo Telecinco

EL PRINCIPE TELE 5
EL PRINCIPE TELE 5

1. Telecinco es líder en las audiencias de 2014. Lo hace con un 14,5 por ciento de cuota. Por tercer año consecutivo, ocupa el primer puesto del ranking televisivo. No ha realizado grandes riesgos en sus contenidos, pues cuenta con un público fiel que no falla. Casi dos millones de espectadores que conectan con pasión con el canal.

2. Las horas en directo son claves en un parrilla de televisión. Y Telecinco sigue manteniendo ese nervio de la emisión en vivo, en prácticamente todas las franjas. Con presentadores reconocibles, con contrato de cadena, que son como de la familia, y con colaboradores que aparentan estar más cerca de la calle que del complejo residencial más peripuesto. No sucede lo mismo en todos los canales. Telecinco no deja indiferente. Es una fábrica de titulares y controversias.

3. Mediaset ha sabido jugar a la táctica de programación con agilidad, dejando adelantarse a su rival con estrenos para, después, atacar con sus espacios consolidados. Con contenidos, muchas veces, sin piedad.

4. Telecinco se ha quedado en exclusiva como referencia de la tele-realidad imprevisible y del show de las tripas del corazón. La cadena ha afianzado su modelo de negocio consiguiendo ser la única emisora en la que está todo el universo folclórico-festivo español. Ha logrado quedarse sola y sin adversario en estos superficiales quehaceres tan cañís.

5. Antena 3 cerrará el año con dos décimas más que el año anterior, pero lejos de Telecinco que ha llevado la delantera. Un 13,6 por ciento de cuota para la segunda cadena más vista, que ha demostrado su fortaleza, sobre todo, en la producción de series. Antena 3 ha marcado tendencia en ficción, atreviéndose con productos más arriesgados. Si bien, demasiadas de estas producciones han sufrido desgaste en emisión. También debido al trasnochado prime time español, que complica el enganche del público en tramas de continuidad.

6. Antena 3, además, ha arraigado su imagen de cadena de calidad y ha evidenciado su fuerza a la hora de promocionar sus productos, que otorgan buenos datos de audiencia a los estrenos. Lo malo: en la mayoría de los casos, no se ha conseguido aguantar el resultado iniciático con el paso de las semanas. En este sentido, la cadena ha denotado un peliagudo problema en el área de entretenimiento, que no ha logrado colocar algún producto carismático de gran éxito más allá de Tu cara me suena o, en menor medida, TopChef.

7. TVE vive su peor época en audiencias, mínimo histórico con un 10 por ciento. La 1 en caída libre. A pesar de ser indiscutible líder en 2009, 2010 y 2011, la cadena pública sufre los vaivenes del poder. El problema no está en la excusa de la inversión económica, la clave de la decadencia está en la pérdida de credibilidad de los informativos con la llegada del PP. Ese factor es más crucial de lo que puede parecer, pues arrastra al resto de la parrilla. Aunque también los contenidos de entretenimiento, salvo pequeñas excepciones, han evidenciado un empobrecimiento creativo que ha llevado a la primera cadena a una falta de competitividad. La audiencia ha dejado de sentirse reflejada en La 1. Resultado: ha dejado vía libre a las privadas, especialmente a Telecinco.

8. La 2 es uno de los canales que más ha sufrido desde la implantación de la televisión digital terrestre. Su oferta se diluyó, pero ha salvado el tipo en este 2014 como una plataforma tan interesante como necesaria. Su modelo crecerá más en cuanto se ordene mejor la programación a través de programas-pilares, que sirvan de faro para encontrar fácilmente los productos que ahora se esconden en la caótica parrilla de la antigua UHF. Un canal que debe atreverse a mirar más a los jóvenes de tú a tú.

9. Cuatro (6,8 por ciento de cuota) busca reencontrar su personalidad, pero pierde contra La Sexta (7,2 por ciento). La cadena roja sigue fuerte en target comercial, pero en los últimos doce meses ha ido a rebufo de Telecinco. Mediaset prioriza al máximo a su canal principal y eso sigue propiciando una crisis de identidad de una Cuatro que cada vez se parece más a una versión juvenil del propio Telecinco.

10. Junto con Telecinco, La Sexta es la otra gran triunfadora del año. Alcanza récord histórico de audiencias (7,2) y, al mismo tiempo, apuntala su imagen. Y es que su sello es muy redondo a nivel televisivo. No sólo a la hora de crear una marca, también como ejemplo de organizar una programación de un canal de televisión: con una coherencia vertebradora que se construye a través de identificables programas en directo que pilotan cada franja. Siempre manteniendo su esencia como 'compañía abanderada' en el periodismo crítico, incisivo y comprometido, que no es incompatible con ser mordaz, irónico y reírse de sí mismo. Su reto para 2015: abrirse más al entretenimiento (sin política ni docureality) y a los jóvenes, la asignatura pendiente de casi todos nuestros canales.

11. El fútbol sigue siendo el Rey. Hasta la emisión 21 del ranking de espacios más vistos no se cuela otro producto. Es 'El Príncipe' con más de seis millones de espectadores.

12. Las series de gran éxito sigue reproduciendo roles: apuestan por el atractivo físico de los actores protagonistas y la luminosa historia de amor, con constante tensión sexual no resuelta. Águila Roja, El Príncipe y Velvet mandan entre las producciones que rompen shares. Y Cuéntame se mantiene como emblema de TVE.

13. El cierre de canales de TDT benefició a Mediaset (30,7 por ciento). Atresmedia con La Sexta 3 Todo Cine, Xplora y Nitro había invertido en marcas con carácter propio. Estos tres canales desaparecieron, mientras que Mediaset perdió dos contenedores, La 7 y La 9, en los que abundó la reposición. El público que se quedó huérfano de la oferta de Xplora y Nitro ha casado más con los contenidos que se encuentran en la factoría superviviente de Mediaset. Atresmedia se ha quedado con un 27,7 por ciento frente a Mediaset con un 30,7 por ciento de la tarta de los grupos empresariales. TVE, por su parte, se queda en un 16,7.

14. 2014 ha sido el año en el que las cadenas han triunfado por su propia inercia. No por apuestas arriesgadas, o innovaciones creativas. La audiencia se envejece, los éxitos se intentan reproducir y, a falta de grandes formatos internacionales para adquirir, determinadas cadenas se obsesionan por clonar, a su manera, elementos solventes del pasado. Pero, este año, se ha demostrado que esta táctica no funciona si se hace a medio gas y no sabe ver las necesidades (reales) de nuestro tiempo. Y eso también pasa por una regeneración de ideas en las tripas que comandan nuestras propias televisiones. La televisión que congeniará con la audiencia de 2015 no pasará por ofuscarse con el rival, pasa por ser menos obvia, menos acomplejada, más genuina, más vivaracha y, sobre todo, más cómplice con el espectador.

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