OPINION

Efecto Pedroche: ¿qué pasaría si TVE emitiera hoy la mítica actuación de Sabrina?

cristina pedroche sabrina
cristina pedroche sabrina

Primeras horas de 2015. Las redes sociales se encienden por un vestido con transparencias. La protagonista que lo lució: Cristina Pedroche. El lugar: la Puerta del Sol durante la retransmisión de las doce Campanadas de Nochevieja.

Este lunes, con la polémica todavía caliente, la propia Pedroche fue tajante. "Las mujeres tenemos derecho a elegir lo que nos dé la gana ponernos", sentenció. En cambio, hay colectivos que, exaltados, dicen que esa puesta en escena fue machista. Aunque ¿lo machista no será pensar que algo así es machista? Se trata de un atuendo que puede gustar más o menos, pero la prenda de Pedroche no pasó ningún límite que no traspase un bikini. Y a Pedroche ya la hemos visto en bikini en la tele (y no pasó nada), y en paños menores en decenas de sesiones de fotos, en su Instagram, en su Twitter.

Por otro lado, en innumerables ocasiones se han visto en televisión trajes peores. Y con peor gusto, sin duda. Pero, curiosamente, la sociedad ahora parece estar más susceptible en determinados ámbitos. Es más, a veces incluso se confunden términos. ¿De verdad a alguien le puede parecer ofensivo el vestido de Cristina Pedroche? No fue más que una presentadora joven, atractiva y con sentido del espectáculo vistiendo como le dio la gana. ¿Que ella sabía que daría que hablar? Claro que sí, pero ¿y qué?

La libertad deriva en acusaciones de machismo y al revés. Se pide represión, Twitter pone el grito en el cielo y, de verdad, se hacen montañas de verdaderos granos de arena que no deberían ir más allá del simple chascarrillo. Pero ahí están esos artículos hablando de sexismo y recriminando a una cadena la explotación de su presentadora. El peligroso resultado de todo este proceso es que se pueda aplicar una censura previa de los cadenas en próximas situaciones similares, algo que ya se creía superado.

Parecería imposible, por tanto, que hoy en TVE se reprodujera la actuación de Sabrina de 1988, aquella en la que, en pleno bailoteo, se le escapó un pecho. El programa era pregrabado y no se cortó. Al contrario, la dirección del programa creó un gag del momento. De hecho, hasta se atrevieron a ralentizar el instante justo del percance a cámara lenta, para que nadie se lo perdiera y todo el mundo hablara de ello al día siguiente. Y no pasó nada. Se emitió. Hoy sería imposible. Menos aún en Televisión Española. Da la sensación de que rodarían cabezas si en nuestro presente se hiciera esto con la actuación de una cantante.

¿Hemos evolucionado o involucionado? Lo que está claro es que nos habríamos quedado sin un gran gag de la historia de la televisión, esa televisión que nos enseñó a ser mejores personas creyendo en la libertad que se construye en el respeto al prójimo sin prejuicios ni estereotipos ni censuras. Y que también nos enseñó a diferenciar lo que es importante y lo que no pasa del chascarrillo, como la actuación de Sabrina o el vestido de Pedroche. A 2015 deberíamos pedirle menos susceptibilidad por parte de algunos colectivos...

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