OPINION

'Emotalent': un nuevo género televisivo para el éxito

levantate telecinco
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Esta noche, se estrena Levántate en Telecinco. Un nuevo concurso musical con niños. Aunque no es una nueva reinvención de La Voz Kids, este programa dibuja un nuevo escenario. Porque, esta vez, los pequeños cantan junto a uno de sus padres. En dueto.

Ya no es un talent infantil, es otra cosa, pues salen a flote los sentimientos entre progenitores y retoños. Se combina la espontaneidad de los críos con el desparpajo de los mayores.

No faltará un jurado, compuesto por Ruth Lorenzo (ex Eurovisión), Pedro García Aguado (Hermano Mayor) y Niña Pastori (ex niña). Esta última, cubre el cupo andaluz que no puede faltar entre los jueces de nuestra pantalla, por aquello de empatizar entre la masa de audiencias del sur de España. Tan clave en los audímetros.

A primera vista, Levántate da la sensación de que es un talent show más. Pero no, no lo es. Es otra cosa. Ha nacido el emotalent. Un término que define una evolución de los concursos musicales en el prime time. Aquí no importa tanto la calidad de la puesta en escena, la iluminación o la capacidad vocal de los participantes. No. Es más, la carrera musical posterior de los protagonistas del show es lo menos crucial del programa. No importa demasiado.

En los emotalent, como su nombre sugiere, la gran protagonista es la emoción. Se entremezclan, así, características de la esencia del talent show primario con los sentimientos de un programa de testimonios que busca motivaciones de superación, amor, lágrimas y las salidas de tono más espontáneas entre los papás y los juniors.

Un género que ya existía pero que ahora se instala en la tele con entidad propia. Y ha llegado, sigiloso, casi sin darnos cuenta y encajando muy bien con la audiencia española. De hecho, La Voz ya primó las emociones a la calidad técnica de la música del programa. Y fue un éxito estratosférico.

Esta noche, también apunta maneras Levántate, que viene con la experiencia de Jesús Vázquez, al frente del formato, como maestro de ceremonias. Le toca capitanear este nuevo show de las emociones revestido en la excusa de la música.

Porque la emoción es un motor de la televisión, como de la propia vida, pero a nivel televisivo aún será mucho más competitiva cuando, a la vez que transmitir el sentimiento, también se intente conquistar el asombro del público con puestas en escena que se salen de la norma, que generan espectáculo rompe-shares. Y es que la fusión entre emoción y show, cuando no te deja indiferente, no tiene rival.

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