OPINION

Risto Mejide anuncia que no seguirá en 'Viajando con Chester'

VIAJANDO-CON-CHESTER
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"Con todo el dolor os comunico que no seguiré en Viajando con Chester, Gracias La Fábrica de la Tele y Mediaset por apostar y a vosotros por estar ahí". Con este tuit Risto Mejide ha anunciado su marcha del formato de entrevistas de Cuatro, mostrando su agradecimiento a la productora y grupo televisivo que está detrás del espacio. También a sus fieles espectadores. La noticia ha pillado por sorpresa, porque su programa era competitivo en audiencias y alcanzaba cierto prestigio social. Según, Mediaset, en un comunicado, se ha insinuado que no ha existido acuerdo económico en la renegociación de contrato.

Irse a tiempo es una victoria, dicen. Y Risto no da pasos en falso. Lo ha demostrado con Viajando con Chester, donde el publicista se ha perfilado como un buen comunicador que, además de provocar, sabe escuchar. Lo más importante. Su rapidez de reflejos y su facilidad para esquivar el temor a lo políticamente incorrecto ha recuperado la esencia del magnetismo de la conversación desnuda en un prime time.

Una conversación que no ha olvidado la importancia de tirar de hemeroteca para ilustrar mejor la charla, realizando un redondo equilibrio entre la edición de imágenes y la expresividad de los primeros planos. Que miran, que atienden, que hablan sin hablar. Y todo sobre un sofá tapizado con elementos que definen, en cierto sentido, al entrevistado. Porque también es importante cuidar la puesta en escena. El envoltorio que hace que todo nos sepa mejor.

En este sentido, el programa ha contextualizando cada encuentro en localizaciones con valor simbólico para el convidado, que arropan de un especial matiz la cita.

La quedada en una azotea madrileña con Pablo Iglesias, ha sido la edición más vista hasta la fecha de un espacio que ha competido directamente con otros dos pesos pesados de la conversación, Jordi Évole y Ana Pastor.

Se acaba Chester. Pero Risto, como buen publicista, nos regalará más sorpresas televisivas. Tiempo al tiempo. La televisión necesita sus ideas con la mejor personalidad propia, aquella que no crea indiferencia.

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