OPINION

'Cuéntame cómo pasó' cae a mínimo de audiencia: las causas del mal dato de la serie de TVE

cuentame minimo
cuentame minimo

Esta semana, Cuéntame cómo pasó ha caído a mínimo de audiencia. La serie ha bajado a un 14,2 por ciento de cuota de pantalla. Y las alarmas han saltado. ¿Estamos ante el principio del fin de la emblemática serie? No es para tanto: el bajo resultado de share es una consecuencia directa del adelanto del comienzo del horario de prime time por parte de Televisión Española.

La dirección de la cadena pública ha decidido salir de la batalla de las audiencias para apostar por la racionalización de horarios. Así, su programación nocturna vuelve a comenzar a las diez de la noche, como sucedía antaño, y no casi a las 11 de la noche, práctica habitual de los programadores televisivos. De esta forma, los fieles a la familia Alcántara ya no deben trasnochar para ver el final del capítulo. Tampoco con otras producciones del canal.

Sin embargo, la audiencia de la serie se ha resentido porque esa racionalización de horarios no encaja con el actual sistema de medición de audiencias, que prioriza el análisis simple del dato de cuota de pantalla. Pero los éxitos y fracasos catódicos no se deben medir simplemente por este tipo de porcentajes.

Porque, en realidad, las televisiones pierden espectadores en su obsesión por inflar el share. Una estrategia que se logra al posponer la emisión de programas y series de prime time a franjas que tradicionalmente estaban más cerca del late night. Por tanto, para 'cuidar' el share de los formatos se retarda su hora de comienzo. De esta manera, su duración llega a franjas de menor competencia, con el consecuente resultado de que esos tramos se sube la media de cuota. Nada que ver con los noventa, cuando a las doce menos cuarto ya se finiquitaba cualquier serie y se daba paso al late show de turno.

Pero estas decisiones de programación nada tienen que ver con los hábitos de consumo españoles, como a veces se justifica desde los medios de comunicación. Al contrario, son horarios forzados por las propias televisiones con la intención de maquillar las debilidades de sus formatos, aupando la cuota media en tramos horarios más fáciles sin competencia y, de paso, vendiendo una pausa publicitaria más a precio de máxima audiencia, aunque ya no se esté en la franja (real) de prime time.

Así parece que existe más audiencia. Así crece el porcentaje de cuota de pantalla (porcentaje de personas que están viendo un canal sobre el total de consumidores de televisión en ese instante y con el que se realiza la media mensual de las cadenas, de ahí el interés de estos estudios) pero, al mismo tiempo, así también disminuye la media objetiva de número de espectadores, que es lo que más debería interesar a los anunciantes.

TVE ha dado el primer paso y lo va a sufrir. Porque la competencia entre las privadas marca el paso a esas horas y en estos tiempos. Los audímetros castigan ir por libre (y no trasnochar). Cambiar las tendencias siempre conlleva un periodo de adaptación. Es más, los responsables de la corporación pública no deben de medir sólo sus resultados en cuota de pantalla. Sin la atadura de la publicidad, deben observar la coyuntura, la calidad de su entretenimiento y, sobre todo, el número de espectadores.

Y, este jueves, Cuéntame bajó, pero también resistió con 2.885.000 espectadores fieles. Lo hizo en una velada en la que luchaba frente al fenómeno Gran Hermano VIP, con posible expulsión incluida a la infalible Belén Esteban,. Las cuatro horas de reality alcanzaron un espectacular 29.9 por ciento de cuota de pantalla y 3.624.000 espectadores. Lo que se traduce en sólo 739.000 seguidores menos entre el reality y la serie de La 1. Los Alcántara aguantaron bien la turbulencia, demostrando que cuentan con un público muy fiel. Porque habrán perdido cuota de pantalla pero continúan manteniendo intacta esa emoción que convierte a esta producción en una de las mejores series de nuestra historia.

Y ADEMÁS...

El adiós de ‘Cuéntame’ a Desi: una lección de ficción televisiva

Cómo debe ser la TVE que nos merecemos

El fin de la dictadura del audímetro: cuando existe vida inteligente más allá del share

Mostrar comentarios