OPINION

La reinserción televisiva de Risto Mejide

risto mejide
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Lleva una década instalado, con idas y venidas, en la televisión. Descubrimos su rostro en El invento del siglo. Visto y no visto, pues el programa desapareció tan rápido como llegó. Pero la productora del espacio, Gestmusic Endemol, volvió a apostar por su particular personalidad para la segunda vida de Operación Triunfo, en Telecinco.

Nacía un personaje televisivo imparable, Risto Mejide. En su cometido como jurado, decía que buscaba productos entre los triunfitos concursantes, cantantes vendibles. Mientras tanto, Risto acabó convirtiéndose en un producto en sí mismo y encontró un triunfo tan polémico como magnético.

En OT tenía un superpoder que siguen necesitando los talent shows: decía verdades que el espectador estaba pensando en su casa. Y lo hacía frente a la persona en cuestión, en una televisión que se estaba durmiendo en el exceso de lo políticamente correcto. Verdades, con mayor o peor acierto, pero siempre expresadas con una prosa publicitaria impoluta. El titular que esperaba el público y que temían los concursantes. "No hay sonido capaz de describir tu actuación de esta noche y si lo hay, te aseguro que no es con un sonido que saldría de la boca". "Vaya telita de gala, esta noche casi rebautizaría el programa y lo llamaría 'El diario de Jesús'".

Y, claro, sus intervenciones estelares propulsaban las cuotas de pantalla hasta rozar el cincuenta por ciento de share. Nos gusta la carnaza cruel, vamos. Pero no era una carnaza cualquiera: era un chuletón con un trasfondo inteligente. Así, Risto se transformó en protagonista arrollador de OT, generando conflictos entre los concursantes, creando un pique entre profesores, con Àngel Llàcer al frente... Incluso logró el más difícil todavía: que Jesús Vázquez se enfadara con alguien.

Sin embargo, un día Risto se levantó de la silla de OT y se fue. Nunca regresó. Parecía una artimaña televisiva, pero simplemente fue una huida. ¿Se había acabado el personaje? No, en 2009 estrenó un programa propio también en Telecinco, G-20, un ranking de cuando molaban los rankings. No cuajó. Poco después, Tú sí que vales le rescató como jurado. Y el personaje cruel se fue dulcificando poco a poco, humanizándose. Estar al lado de Jose Luis Moreno en el jurado quizá ayudó en tal cometido.

El publicista supo evolucionar dentro de su propia marca. Y la guinda llegó con Viajando con Chester, que ha derivado en Al rincón de pensar, ahora en Antena 3. Risto ya no es borde, ya no es repelente, ahora es más más querible, más empático, más cómplice. Pero también sabe escuchar, tiene curiosidad y entiende el significado de las redes sociales, sin miedo a interactuar con los usuarios.

Hace unos años no habríamos apostado por ello, pero Mejide se ha convertido en un entrevistador imprescindible que hace que nuestra televisión merezca más la pena. En realidad, el secreto de su éxito es que continúa siendo la mejor evolución del mismo Risto que conocimos. Tiene otras gafas, tiene otro vestuario, pero mantiene su esencia intacta. Sigue preguntando sin temor a lo políticamente incorrecto, sigue soltando lo que el espectador más inquieto está pensando en el sofá, sigue entendiendo lo que significa la televisión: ser coherente consigo mismo, observador, nada impostado y siempre con capacidad para dejarse llevar.

@borjateran

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