OPINION

'Vaya Fauna' triunfa en su estreno: lo mejor y lo peor del talent show de animales de Telecinco

gemeliers vaya fauna
gemeliers vaya fauna

El colosal éxito de La Voz Kids recordó a los directivos televisivos que la incontrolable espontaneidad de un niño enamoraba a la audiencia. Y mucho. Así que las cadenas se pusieron rápidamente manos a la obra: debían encontrar otras 'espontaneidades incontrolables'. Había llegado el turno de los animales con habilidades especiales. Si ya triunfan en los vídeos de Youtube, ¿por qué no en un programa de televisión?

Dicho y hecho. Anoche Telecinco ha estrenado ¡Vaya Fauna!, un Tú sí que vales con bichos. Christian Gálvez es el presentador de este programa que, en su primera edición, ha aterrizado con éxito: líder en su franja horaria, con 19 por ciento de cuota y 3.040.000 de espectadores.  Ha favorecido que el miércoles es un día con baja competencia (tiene muchas papeletas de descender la cuota la próxima semana). También ayuda la inercia de Telecinco, con su característico sello, que propicia una audiencia fiel que sigue los programas de entretenimiento de la cadena de Mediaset pongan lo que pongan.

Los principales protagonistas de la velada fueron un cerdo travestido y un oso trompetista. Aunque el casting resultó flojo, lo que provocó el efecto en cadena de ralentizar un programa que aporta más bien poco. Se nos vendió como el primer talent show de animales, aunque realmente ya hemos vivido formatos de entretenimiento de esta estirpe, como Ankawa, que presentó Bertín Osborne en TVE en el verano de 2005.

Porque Vaya Fauna no deja de ser un espacio familiar para el verano. Muy ligero, con muy poco riesgo. De nuevo, un plató con un decorado azulado (con la contraindicación de que todos los programas de la cadena parecen realizados en el mismo lugar), iluminado hasta los topes para que la materia prima entre más y mejor por los ojos, donde se pretende emocionar al espectador con historias de superación. Esta vez, de animales.

Eso sí, al igual que Pequeños Gigantes y Levántate, este particular talent es astuto a la hora de ir cebando los contenidos a través de intrigantes promociones. Además, sabe aprovechar al jurado: sus filias, sus fobias y sus miedos. Ellos son Soraya, Yolanda Ramos, un jinete que nadie conoce (Santi Serra) y los Gemeliers, foco principal de atención del espectáculo. Y es que el magnetismo de estos  jóvenes cantantes (que cantaron sin venir a cuento, entre animal y animal) es el as en la manga del formato para atraer a fieles fans (y fieles detractores) en masa. De hecho, ellos mismos lograron ser trending topic (#GemeliersVayaFauna) antes que el hashtag oficial del propio programa (#VayaFauna1). Eso, junto al buen-rollismo del presentador, Christian Gálvez, que jugó con los participantes y los propios miembros del jurado, fueron lo mejor de la noche.

El resto del contenido pinchó. Nada sorprendió e incluso las habilidades de las 'mascotas' protagonistas rozaron lo antitelevisivo, con unas puestas en escena torpes y lentas. La dinámica de Vaya Fauna flojeó de principio a fin y la exposición de los animales despertó la indignación de las redes sociales, donde hasta se ha creado una petición en change.org para la cancelación del espacio producido, por cierto, por la sobrina de Berlusconi. Las susceptibilidades a flor de piel por un programa que se olvidará rápido. La audiencia de Telecinco está acostumbrada a otro tipo de fieras más salvajes.

@borjateran

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