OPINION

Hate-watching: el placer de odiar la TV que no puedes dejar de ver

MERCEDES MILA GH
MERCEDES MILA GH

Hate-watching es la etiqueta que denomina a aquellas personas que disfrutan viendo programas para poder criticarlos, ya sea en directo (a través de las redes sociales) o en diferido (en la oficina, el bar o el ascensor).

Odian dichos formatos, desmontan su razón de ser e incluso califican el daño que realizan a la sociedad, sobre todo a la educación de las nuevas generaciones. Sin embargo, el hate-watcher cancela todos sus planes para poder ver esos formatos televisivos que tanto denigra. De hecho, este tipo de detractores "profesionales" gastan mucho tiempo y energía en opinar sobre sus tele-odios.

Ya en 2012 The New Yorker hizo referencia al hate-watching, aunque esta estirpe de espectadores vive ahora su edad de oro gracias al impulso de las redes sociales. Y es que es más que un nuevo fenómeno televisivo, es una manera psicológica de consumir la televisión: sentirse mejor consigo mismo y evadir problemas personales al gastar fuerzas torpedeando un mero producto de entretenimiento de una pequeña pantalla en la que existe la posibilidad de cambiar de canal. Pero no lo hacen.

En España, son objetivo del hate-watching exitosos programas como Sálvame, Gran Hermano o Supervivientes. Dan motivos para ello, pero también series internacionales. La última en aterrizar, Fear The Walking Dead, ya cuenta con hordas de haters nada más estrenarse que, sin embargo, no se perderán ni un capítulo.

E incluso la imagen de un canal entero es víctima de la furia del hate-watching, como la tendencia actual de recibir de forma negativa cualquier emisión de TVE. La susceptibilidad del prejuicio manda, antes de observar el contenido real.

Al final, el adicto al hate-watching está predispuesto a un negativismo intrínseco a la hora de consumir espacios televisivos, normalmente de éxito. Pero, al mismo tiempo, no puede subsistir sin gran parte de este tipo de programas que detesta. Porque depende de ellos para socializar, para digerir la frustración personal, para canalizar la indignación. Para sentirse mejor consigo mismo. Porque la vida sin tele a la que reprobar es, por suerte o por desgracia, mucho más aburrida. Qué vuelva Alfombra Roja Palace.

@borjateran

Y ADEMÁS…

Las 9 armas de Telecinco para liderar las audiencias

Los 7 parecidos razonables entre ‘Sálvame’ y ‘La Sexta Noche’

¿Qué tiene que aprender Antena 3 de Telecinco? ¿Y Telecinco de Antena 3?

El grave problema de TVE con la susceptibilidad de la audiencia

La televisión NI-NI, el triunfo de la audiencia que no exige

6 programas que TVE no emitiría hoy

Mostrar comentarios