El Objetivo ha regresado anoche a La Sexta. Con Artur Mas como protagonista y con un buen resultado de audiencia, 10,1 por ciento de cuota (líder con 22,3 en Cataluña). La independencia de Cataluña, a análisis, en un prime time. Nada nuevo, puede parecer a simple vista.
Se habla mucho del tema. Pero no de la manera en la se analizó anoche. Huyendo de las trincheras, evitando las superficies estereotipadas e intentando aportar datos para alcanzar puntos de encuentro. Difícil tarea, en un clima hostil donde las posiciones se han radicalizado, de unos y otros, de España y Cataluña. Porque incluso ya se denomina España y Cataluña como estados diferentes. Y es que los calculados gestos del lenguaje han sido claves para marcar la brecha de un conflicto de más calado de lo que creyeron pronosticar los medios de Madrid.
Ese es el problema de fondo: las trincheras. Pero El Objetivo de Ana Pastor, como acostumbra, no se ha dejado llevar por las mareas y ha apostado por la esencia del periodismo que escapa del simplón espectáculo del debate de posturas tan enfrentadas como estereotipadas.
Lo ha hecho a través de un programa, en directo desde Barcelona, en el que Pastor ha entrevistado a Artur Más. La periodista, incisiva (y sosegada), ha tocado todos los palos, también la corrupción y la presencia de Cataluña en la Unión Europea en el escenario de una independencia. También frenó a Mas cuando el mandatario 'aconsejó' lo que debía preguntar la comunicadora. Faltaría más.
El valor de El Objetivo de anoche estriba en que ha descrito la diversidad de Cataluña con periodismo de datos pero, también, de personas, poniendo cara a la pluralidad de opiniones a través de una encuesta que ha plasmado una radiografía sensata de la visión de los catalanes sobre el asunto. Un honesto reflejo de los criterios que están en la calle y que habitualmente no muestran todos los medios de comunicación, cegados en sus líneas de acción. Paradojas de la sociedad de la información y las redes sociales.
Objetivo Artur Mas, además, también ha contado con la perspectiva de dos periodistas reputados. Gabilondo, desde Madrid, Terribas, desde Barcelona (en el corazón del Born). Los dos aportaron su análisis y ejercieron cierta autocrítica con los tratamientos informativos. Sobre todo Gabilondo, que admitió errores en tratamientos mediáticos. "No hemos querido percibir que estaba produciéndose un agrietamiento colosal entre Cataluña y España ante una inexplicable indiferencia de todos", sentenció Iñaki Gabilondo. También, ante las preguntas de Pastor, reconoció que la prensa ha contribuido al enfrentamiento.
No se ha sabido ver la dimensión del problema. El combate a la caza de la rentabilidad política ha acrecentado cicatrices. Pero, con una emisión como la de anoche que, además, mimó una puesta en escena -en realización, sutiles movimientos de cámara y acogedora iluminación del set de la entrevista en El Pati dels Tarongers del Palau de la Generalitat, por cierto-, El Objetivo ha logrado ejercer la esencia del periodismo televisivo; separar el grano de la paja, contextualizar y contrastar la información, aportar luz para encontrar respuestas razonadas, limpias del marketing de la política. O, al menos, intentarlo.
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