Antena 3 ha movido ficha. La nueva edición de Tu cara me suena irá los viernes. Con esta decisión, Atresmedia recupera el gran espectáculo de entretenimiento en una franja que, durante épocas, fue el horario predilecto para colocar los formatos más carismáticos de las cadenas.
Un, dos, tres... responda otra vez, Viva el espectáculo, ¿Qué apostamos?, El Grand Prix o Cruz y Raya congregaban millones de espectadores frente al televisor en los viernes noche. José Mota, de hecho, ha sido el último en lograr competitivos datos en esa franja, superando a los espacios de cotilleo.
Los programas de corazón y la llegada de la TDT desvirtuaron la esencia del viernes como referencia del entretenimiento familiar, ayudó que es un día con menor inversión publicitaria. Pero, ahora, Antena 3 quiere plantar cara con su buque insignia en la quinta noche de la semana.
Este movimiento de programación es arriesgado, pero también interesante. Más aún, con la presente temporada de Tu cara me suena, reforzada, pues viene con un casting que ha generado cierta expectación y, además, estrena un decorado de grandes dimensiones, que no se realiza en España desde Operación Triunfo. No serán las únicas razones para ver el espacio en esta franja. También hay otras 7 ventajas de Tu cara me suena en viernes.
1. Los niños podrán trasnochar y disfrutar del programa hasta el final, porque al día siguiente no madrugan. Como sucedía con Un, dos, tres. De hecho, cuando Pilar Miró movió el mítico concurso del viernes al lunes propició un trauma social. Ahora los más pequeños de la casa no deberán preocuparse por el cole. Sólo se reirán, con un aliciente para sus papás: los niños descubrirán icónicos hits de la historia de la música. Con o sin travestismo de concursantes.
2. Las abuelas se desintoxicarán de pruebas de polígrafo.
3. El espectador no tendrá que elegir entre formatos del mismo género, tele-realidad o ficciones de éxito. Tu cara me suena en viernes no se enfrenta a productos que comparten mismo gusto o interés. De esta forma, Antena 3 apuesta por un formato complementario. Un éxito consolidado para dar batalla a una franja horaria que lo necesita, ya que está estancada en contenidos y cuenta con un sector del público desperdigado en ofertas más minoritarias. En las casas se peleará menos por el mando a distancia (si se enteran del nuevo horario de emisión de TCMS, claro).
4. Un programa familiar para una noche familiar. Recuperar la experiencia colectiva de unir a la familia frente al televisor en tiempos en los que cada vez más los programas se consumen en solitario. Tu cara me suena da de qué hablar. Para bien y para mal. Es uno de los pocos shows de la televisión de España que cuida al máximo la puesta en escena de las actuaciones y, también, en los entreactos, donde todo puede pasar. Como sucedía en Un, dos, tres, que aparecía por la escalera cualquier personaje cuando menos te lo esperas. Ese es el rumbo que debe tomar este programa. Así el espectador alcanzará la máxima de evadirse y dejarse llevar por la diversión más imaginativa.
5. En las redes sociales es fácil encontrar más de algún vídeo de gente joven simulando Tu cara me suena. Lo hacen en el salón de su casa o una azotea. Cualquier sitio es bueno. Ahora el formato puede ser incluso la propia banda sonora, en directo, de la primera celebración del fin de semana. Si las galas de Nochebuena y fin de año pulverizan el share, Tu cara me suena puede alzarse como un 'servicio público' amenizador de reuniones de amigos o copiosas cenas. #TuFiestaMeSuena será un buen hashtag alternativo. El concurso contiene referencias musicales para todos los gustos. Y personajes que te pueden sacar carcajadas o, directamente, asombrarte con la clonación de turno.
6. Ya no sólo los borrachos se tropezarán en el viernes noche. También Silvia Abril. Y lo hará con más gracia.
7. La industria de la televisión en España será más rica y sólida cuanto mayor pluralidad de oferta emita. A todas horas. Los viernes noche no pueden ser menos. Los países de nuestro entorno cuentan con grandes productos de entretenimiento en esta jornada que es especialmente lúdica. No debemos conformarnos con menos. En los últimos años, aquí, este tipo de formatos se han consumado a medio gas y sin saber generar un acontecimiento de marketing en torno a ellos. Como consecuencia, no se han consolidad. Con TCMS, es la oportunidad de recuperar en el viernes a ese público que se siente huérfano del gran espectáculo televisivo.
Ese espectáculo que no es obvio, que cuida los detalles y que, sobre todo, te sorprende al despertar esa ingenua ilusión catódica que dabas por perdida. ¿Lo conseguirá Tu cara me suena 4? Ojalá.
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