Instagram es la red social en alza. Sólo basta con compartir una foto o un vídeo de tu vida para triunfar. Sin más quebraderos de cabeza. De ahí que los rostros populares empiecen a preferir esta plataforma de imágenes a otras redes como Twitter. Tal vez porque con los lucidos filtros, que se pueden añadir a las fotografías con esta aplicación, todo se ve mejor.
Sara Carbonero es la última periodista popular en incorporarse. Ya cuenta con más de 200.000 seguidores, a pesar de sólo haber colgado una publicación. Aunque la grandeza es que no se ha estrenado ni con un posado periopuesto ni con un atardecer intenso. Ha arrancado su Instagram con un vídeo en el que una amiga le lanza un tartazo a la cara.
Buen comienzo, porque esa es otra clave de Instagram, y cualquier otra red social, jugar con uno mismo. Y, en el caso de los personajes populares, una pantalla extra para estar más cerca de tus espectadores, oyentes o lectores. De interactuar con ellos, de compartir tu vida cotidiana. Con la ventaja de que es más difícil meter la pata con una foto o un vídeo que con 140 caracteres de Twitter.
Una ventana complementaria para los profesionales de los medios de comunicación, que permite interactuar con sus seguidores sin intermediarios y que abre multitud de posibilidades para complementar y otorgar un valor añadido a tu trabajo. En el caso de presentadores, Ellen DeGeneres es un referente a la hora de aprovechar las posibilidades de Instagram para hacer más grande su trayectoria. Porque la televisión ya no sólo se hace desde la televisión.
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