OPINION

Los tres problemas a los que se enfrenta el programa de Bertín Osborne en TVE

bertin osborne en la tuya o en la mia
bertin osborne en la tuya o en la mia

Ha sido una de las revelaciones de la temporada. En la tuya o en la mía ha conquistado las audiencias de la noche de los miércoles gracias a un formato televisivo complejo que, sin embargo, consigue desprender sencillez.  Esa hipnótica sencillez de un encuentro, casi desnudo, entre personalidades populares y Bertín Osborne, anfitrión del espacio.

La complicidad del presentador es el alma del programa de La 1, que se ha ganado renovar por 18 ediciones. Y es que En la tuya o en la mía se ha consolidado como un éxito de TVE. Aunque, en la resaca de los buenos resultados de audiencia, no debe bajar la guardia porque ya da síntomas de tres debilidades.

- En la tuya no, sólo en la de Bertín

En España, a los rostros populares les cuesta enseñar su hogar. Y eso se está notando en En la tuya o en la mía, pues en las últimas semanas las viviendas de Bertín Osborne han sido el punto de encuentro del programa de forma repetitiva. De esta forma, se desvirtúa la poderosa premisa del formato: descubrir casas de personalidades. El chalet de Bertín, al ser el más visitado, está sobreexpuesto y termina convertido en un decorado habitual como sucede en cualquier espacio de entrevistas. Si Risto tiene un castillo, Bertín tiene su diáfana morada.

El equipo del programa hace filigranas para que la misma localización luzca de forma diferente en cada emisión (jugando incluso con el mobiliario y cuidando las transiciones con una banda sonora de la que emocionalmente es difícil escapar), pero En la tuya o en la mía corre el peligro de descuidar una de las claves del formato: crear tramas creativas a través de las distintas viviendas de cada edición (con todo lo que eso conlleva a la hora de conocer mejor el lado más desconocido de cada invitado). El abuso, por obligación, de la casas de Bertín, especialmente la de Madrid, resta espectacularidad y posibilidades a un programa que nos sorprendió con los planos aéreos de la finca de Ambiciones.

- Cortijo de amigos o pluralidad de invitados

La campechanía de Bertín es el gran sustento del show. Es fácil empatizar con él (en positivo o en negativo, pues no crea indiferencia). Y eso engancha. También ha ayudado la proximidad amable y relajada que transmite con cada invitado, en tiempos en los que la televisión va con demasiadas prisas.

Pero el espacio de La 1 está fomentando la imagen de que la mayoría de los entrevistados son viejos conocidos del cantante. No es mala la idea de un programa de reencuentros entre amigos, pero En la tuya o en la mía es otra cosa e incluso triunfará más abriendo hueco a convidados que sean contrapunto de Bertín. El "show" ganará con el "morbo" añadido de ver a personajes dispares en un dialogante punto de encuentro y, de paso, se apostará por la pluralidad que se debe primar desde una televisión pública, una cadena que debe huir de cortijos ideológicos y apostar por llegar a todas las audiencias. Sin quedarse en el tópico de que es un canal que sólo congrega a mayores de 55 años. En la tuya o en la mía, realizado por un equipo de guionistas que demuestra instinto televisivo e ideas conscientes de su tiempo, podría romper más con ese estereotipo: abriendo más el espectro de invitados (como ya hizo con Pablo Alborán o Pablo Motos). Ahora cuentan con una ventaja para lograrlo: el éxito de audiencias y repercusión del programa propicia que cada vez más rostros populares quieran acudir a la cita con Bertín.

- La competencia llegará

En la tuya o en la mía es un buen formato televisivo, que ha llegado en el momento adecuado y se ha programado en el día perfecto: los miércoles, noche en la que las dos grandes cadenas privadas cuentan con programas menos competitivos de lo habitual: la relegada serie B&b (que ha sufrido su largo parón de emisión entre las dos temporadas) y el empacho de cocineros de TopChef (que siempre ha ido a rebufo de MasterChef). Resultado: la audiencia ha dado la oportunidad a Bertín, descubriendo que el programa "no está mal". Al contrario, es agradable de ver (y escuchar).

Pero esta estrategia de programación de Antena 3 y Telecinco no va a durar siempre: las cadenas privadas moverán ficha con otras ofertas más agresivas para arrebatar el liderazgo a Osborne. En la tuya o en la mía lo sufrirá, pero no dejará de ser un programa que ha demostrado sus ases en la manga para conquistar la complicidad del espectador. De ahí que deba estar preparado para reinventarse cada semana, sin perder esa esencia de espectáculo visual (y algo voyeur) que tuvieron sus primeras entregas, para seguir atrapando a la curiosidad del público a través de programas-acontecimiento que estén por encima de la insaciable contienda por las audiencias. Ese es uno de los motivos de que, anoche, con Suárez Illana, Osborne bajara 2,3 puntos (18,2) de share y subieran sus flojos rivales. La 1 mantuvo el liderazgo, pero ayer el formato no representó, en su máxima expresión, el ADN con el que ha tocado al éxito. Sólo fue una entrevista en un sofá con imágenes de archivo.

ANÁLISIS A FONDO

> Las 7 razones del inesperado éxito del programa de Bertín Osborne, 'En la tuya o en la mía'

@borjateran

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