Si no puedes con el enemigo, únete a él. Es lo que han debido pensar los responsables del Museo Thyssen-Bornemisza, que ha aceptado la grabación de un reportaje cultural de Ylenia Padilla. Incluso poniendo a disposición de la de Benidorm, en modo institutriz, a la responsable del área de educación del centro de arte.
De nuevo, Ylenia utiliza su incultura para propiciar un éxito viral. En este caso, del programa de Los 40 Principales Ñu Yu. La ex de Gran Hermano VIP y Gandía Shore no tiene complejos y ni le preocupa quedar mal parada tras demostrar que no conoce las obras de arte más populares. Ni siquiera entiende el significado del término "póstumo".
Hasta la guía del museo sonríe (tal vez Síndrome de Estocolmo) al descubrir los delirios de la cantante de Pégate. Y es que su salidas de tono tienen cierto ingenio. Como su capacidad para realizar frases hechas máximas con su particular entonación.
Aunque el ingenio sobre todo ha estado en el propio Museo Thyssen al permitir que se grabe este documento, protagonizado porunos de los actuales referentes de las nuevas generaciones. Han huido de los exquisitos prejuicios elitistas y han visto una oportunidad en este reportaje.
¿A través de Ylenia se puede despertar inquietud por un museo en targets que no pisan jamás estos centros? La respuesta es sí. Además, da la sensación de que hasta la propia Ylenia le entraron ganas de volver al lugar.
Ella misma se percató de que la entrada costaba menos que ir a 'La Posada de las Ánimas'. Ella misma aprendió en el Thyssen el significado de "póstumo". Ella misma vio representada su soledad tras un bolo de discoteca en la pintura 'Habitación de Hotel' de Hopper.
Y ella misma descubrió que los museos no son aburridos, mensaje que desprende un reportaje excelentemente montado: con sus giros dramáticos, gags de guion -la propia Ylenia se ríe de sí misma pidiendo un Gin Tonic a las 10 de la mañana en la cafetería del Thyssen- y capacidad de exprimir los espontáneos comentarios iletrados de esta peculiar reportera.
Es como Teo, en versión poligonera. Ylenia en la tele. Ylenia en la música. Ylenia en los museos. Al menos, esta vez, puede ser un cebo para transmitir interés por la experiencia de la cultura en sus hordas de seguidores. O eso quizá han pensado en el Thyssen. Desencaminados no van, este reportaje ha descubierto a muchos qué es un museo. Aunque sea un poquito.
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