OPINION

Ramón García vuelve a dar las campanadas: razones por las que esta decisión de TVE es un acierto

ramon garcia anne igartiburu
ramon garcia anne igartiburu

Hace justo 20 años que Ramón García dio por primera vez las campanadas en La 1 de TVE. Y, justo veinte años después, volverá a tomarse las doce uvas en el mismo balcón de la Puerta del Sol. De nuevo, Ramontxu y Anne Igartiburu serán los maestros del ceremonias del cambio de año de Televisión Española, el que reúne más espectadores frente al televisión por tradición.

Ramontxu cuenta con el récord al frente de las uvas, 13 ediciones en TVE más otras 2 en Antena 3. Es un referente en la Puerta del Sol, pero también en la historia de TVE. Él fue pionero, junto a profesionales de detrás de las cámaras, en revolucionar la presentación de las campanadas para que el espectador no se perdiera y simplemente con un golpe de vista entendiera los pasos a seguir para no atragantarse en el cambio del año. En su etapa, se terminó con una retransmisión caótica y se estructuraron los tipos de planos para diferenciar la bajada de carillón (con un plano descendente de la bola dorada), los cuartos (con un zoom que se acerca al reloj) y las campanadas (con un plano corto del reloj). Esta fórmula se sigue utilizando aún hoy: es la más efectiva y, desde entonces, ningún presentador se ha perdido.

Porque Ramón García nunca ha sido un busto parlante. Es un presentador todoterreno, que entiende las necesidades del espectador cada momento. Y siempre ha dotado a cada uno de sus espacios de una naturalidad apabullante en la que también está presente el humor, la ironía y, en definitiva, la complicidad que se construye con la dosis necesaria del intangible instinto del espectáculo, que se tiene o no se tiene. De ahí que Ramón esté en ese reducido grupo de comunicadores que sentimos como uno más de la familia.

Estas Navidades Ramón García vuelve un año más a TVE, vuelva a su casa. Y TVE debe aprender de su experiencia. En cualquier otro país de nuestro entorno, Ramón García seguiría siendo un presentador referencia de TVE. Por su icónica experiencia y control del plató. Pero España es diferente y no cuidamos la figura del presentador "institución". Al contrario, nos solemos quedar en el prejuicio del artificio, sin valorar la perspectiva televisiva real y lo que se ha aportado al medio.

Los tiempos cambian, la televisión también. Pero nunca cambiará el valor de la gente que transmite, que despierta proximidad y que controla las necesidades en cada instante de un estudio de televisión. En ese sentido, es un acierto el regreso a TVE de un rostro tan representativo de la historia de la televisión. Ahora, falta que TVE se atreva más a jugar con las ideas, con la creatividad plural que va por delante y no teme en arriesgar, que, en definitiva, entiende la esencia de una cadena pública. O si no, dentro de cincuenta años, no podrán realizar formatos como Cachitos de hierro y cromo con las imágenes de nuestro tiempo. Porque ahora apenas se está gestando ese talentoso material creativo que marque la diferencia. Nadie se salta el miedoso guion preestablecido. Ya no es hora de imitar, ha llegado el momento de sorprender y creer en el vibrante espectador de hoy. Y eso mejor si se hace también con aquellos profesionales que entienden y modernizaron la televisión en España por fuera y por dentro. Como Ramón García.

A FONDO > La gran mentira de TVE

@borjateran

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