OPINION

14 claves para entender las audiencias de 2015: el año en el que las cadenas marcaron territorio

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1. 2015 ha definido con fuerza los roles de las cadenas. El público identifica, más que nunca, información con La Sexta, ficción con Antena 3 y realities con Telecinco. Las tres estrategias han salido bien a los tres canales.

2. Telecinco se mantiene como la cadena más vista por cuarto año consecutivo con un 14,8 por ciento de de cuota de pantalla (tres décimas más que en 2014). A pesar de que ya no cuenta con una rotunda supremacía en prime time, el canal principal de Mediaset tiene consolidada una parrilla diaria, reconocible para el espectador, con dos grandes franjas de referencia en magazines de directo. De esta forma, su programación se estructura con claridad alrededor de formatos de éxito (El programa de Ana Rosa y Sálvame) que sirven como pilares sencillos de identificar por parte de la audiencia. Esto propicia, además, la imagen de que “si algo pasa", sabes que Telecinco puede estar contándolo en directo.

3. Antena 3 continúa como segunda opción, con 13,4 por ciento de cuota. El canal principal de Atresmedia se ha afianzado como la mayor factoría de series, adelantando a su emisora rival en la percepción de productora de ficciones de calidad. Ha hecho marca, por tanto, con sus producciones dramáticas. Antena 3 destaca en los horarios de máxima audiencia, sabe vender muy bien sus productos y, en la franja del daytime (por el día), mantiene buenos datos con series como El Secreto de Puente Viejo y Espejo público, magazine muy competitivo, a pesar de que su fórmula está más pegada a la actualidad y menos versátil en contenido (no cuenta con realities para comentar).

4. La 1 de TVE no frena su caída: mínimo histórico con un 9,8 por ciento de cuota. La cadena pública sigue sufriendo los daños colaterales de la mala gestión política. La grave y constante pérdida de credibilidad de los informativos arrastra a todo el canal que, además, sufre una programación desestructurada, que en los últimos años ha ido a rebufo de las privadas. TVE destaca cuando se invierte y arriesga en ideas con mirada propia, como ha sucedido con el programa de Bertín Osborne (bien programado y planificado) y con El Ministerio del Tiempo (valiente propuesta).

5. TVE sigue como referencia en los grandes acontecimientos. La audiencia mayoritaria elige la cadena pública para ver el mensaje de Navidad del Rey o las campanadas de Nochevieja, por ejemplo. De hecho, este 31 de diciembre, desde la corporación han aprovechado esta retransmisión de forma inteligente. Así han dedicado estos minutos de gran concentración de público para promocionar sus estrenos del mes de enero y recordar el 60 aniversario de TVE. En cambio, la tradición y el despliegue técnico ya no sirve a TVE en acontecimientos de calado político (como la noche electoral), en donde el contenido está gestionado por los actuales responsables de informativos. Una parte importante del público se va. ¿No se fía de lo que le están contando?. Se trata un nuevo escenario consecuencia del quebranto de la credibilidad.

6. La Sexta abraza su récord histórico con un 7,4 por ciento de share (+0.2 puntos) fruto de una definida gestión de la identidad de marca como canal comprometido con la información por excelencia. En este sentido, al igual que Telecinco en formatos de entretenimiento y tele-realidad, La Sexta ha ordenado su programación a través de pilares informativos (Al Rojo Vivo -en la mañana- y Más vale Tarde -en la tarde-) o en los sábados La Sexta Noche, más en la línea del espectáculo político. También sigue su apuesta por formatos de altura periodística y televisiva como Salvados, La Sexta Columna o El Objetivo, que ha logrado adaptar el periodismo de datos al horario de máxima audiencia. Sin olvidar, de El Intermedio, otro pilar estructural clave de La Sexta. La cadena verde se ha hecho con el nicho de interesados en la política, justo en tiempos de cambios.

7. Cuatro se queda en quinta posición con un 7,2 por ciento de share. El canal rojo mantiene la herencia recibida de sus inicios: sigue atrayendo a un público joven y urbano, jugoso para los anunciantes. Aunque su producción propia no puede disimular la aureola de la forma de entender la televisión de Paolo Vasile. La cadena se ha convertido en una versión joven de Telecinco, un buen complemento para diversificar contenidos.

8. Año de crecimiento de la inversión publicitaria, lo que se debería traducir también en un repunte de la inversión. También 2015 ha sido el año del incremento de la TV de pago en España, que ha pasado del 17,4 por ciento al 18,8 por ciento del total de cuota, según Barlovento. Un gran salto que no ha sido fruto tanto de los contenidos de los operadores "codificados" como de las competitivas ofertas de las compañías telefónicas que incluyen su propuesta televisiva en completos packs de móvil, fijo e Internet.

9. La 2, con sólo un 2,7 por ciento de share, ha mutado en un canal casi invisible. Cierta audiencia, que se siente huérfana de un tipo de televisión, no llega a conocer propuestas inteligentes de la segunda cadena de TVE. Una cadena con una programación que se debe ordenar a través de franjas reconocibles e identificables para el espectador. En 2015 ha sido un caótico cajón desordenado. No ha ayudado el retraso a la una de la mañana de uno de los formatos más emblemáticos y de mayor prestigio de la emisora, La 2 Noticias.

10. La Champions y Eurovisión han vuelto a ser las emisiones más vistas de 2015. En el ranking de los cincuenta programas más visto, destaca el debate entre Albert Rivera y Pablo Iglesias en Salvados (en la foto de arriba). El cara a cara se cuela en el número 27 de la lista, posición reseñable para emisión no deportiva desde una cadena de las dimensiones de La Sexta. Ejemplo de un año en el que la política ha sido protagonista de los audímetros.

11. Los viernes es un día perfecto para grandes shows de entretenimiento. Así lo ha demostrado Tu cara me suena, que ha desmontado la mentira instalada de que la primera noche del fin de semana no es apta para apostar por un gran formato televisivo. El talent de famosos imitadores ha recuperado a la tele a una audiencia que no contaba con ninguna oferta atractiva los viernes, por encima de Sálvame Deluxe.

12. Sálvame Deluxe, aunque mantiene a su audiencia afín, que es muy fiel y no falta a la cita, sí que evidencia un cierto desgaste de la fórmula en contenidos basados en el conflicto cíclico. Y su presentador, Jorge Javier Vázquez, transmite menor implicación, tal vez fruto de la larga duración del formato y de sus nuevos retos teatrales. Esto se contagia al público. Sólo los líos de Belén Esteban siguen siendo infalibles para subir con energía el share. Eso sí, la versión diaria sigue fluyendo viento en popa, como meritorio culebrón diario de la realidad.

13. Los espectadores de más de 45 años son los que más tiempo dedican al medio televisivo. Son un sustento importante para las medias de share mensual de las cadenas de televisión. Y los canales lo saben, y lo aprovechan a la hora de diseñar sus parrillas. También son aquellos que consumen los contenidos televisivos de forma lineal tradicional. Sin embargo, este 2015, supone el punto de inflexión en el análisis de las 'audiencias +1', los consumos que se producen después de la emisión tradicional a través del universo online. La TV deslinealizada ya no es ciencia ficción, la forma de ver e interactuar con los contenidos televisivos ha cambiado para siempre. Y ahí el público, sobre todo las nuevas generaciones, va por delante de los análisis de audiencias basados en un implacable titular del día después de la emisión.

14. Con la pérdida de fuelle de TVE (tras la supresión de su publicidad), los dos grandes grupos privados, Mediaset y Atresmedia, se han repartido la gran tarta del negocio televisivo. Reúnen el 58 por ciento de cuota de pantalla y reciben el 86 por ciento de la inversión publicitaria en televisión, según datos de Barlovento. Hay más canales pero, al mismo tiempo, más de la mitad del peso de las audiencias recae en las compañías surgidas de Telecinco y Antena 3. Los dos grandes operadores parecen sentirse cómodos en este sistema, con sus roles bien definidos.

La asignatura pendiente en España está en contar con una televisión pública más creativamente fuerte y con más diversidad de operadores privados que remuevan la industria audiovisual e impulsen una necesaria mayor pluralidad de contenidos a la altura de los grandes países de nuestro entorno.

> El liderazgo de Telecinco: así ha construido su modelo de éxito

@borjateran

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