OPINION

El intrascendente retorno de 'Padres Forzosos': el objetivo que persigue Netflix

PADRES FORZOSOS CRITICA REGRESO
PADRES FORZOSOS CRITICA REGRESO

Ya está aquí la secuela de Padres forzosos por obra y gracia de las inteligentes mentes expertas en marketing de la poderosa plataforma Netflix. El regreso se titula en España Madres forzosas y transcurre veinte años después del final de la serie original. ¡Veinte años! Nos sentimos mayores, ¿verdad?

En la primera temporada, que, como siempre hace Netflix, ya está disponible al completo (13 capítulos) desde ayer, hay que diferenciar entre el episodio piloto y los demás. Porque el piloto recupera al cast original casi al completo (solo faltan las gemelas Mary Kate y Ashley Olsen, que interpretaban a Michelle) para ejecutar una descomunal bomba nostálgica en la que lo de menos es que haya algo nuevo que contar.

Y es inevitable vivir la emoción de reencontrarnos con todos los actores de la serie con el paso del tiempo a sus espaldas. Todos jaleados en su entrada por el público que grita y vitorea en el estudio, incluso en el momento en el que lanzan una pulla a las gemelas Olsen.

En este arranque, no se dejan nada en el tintero: tenemos la cabecera actualizada con la mítica canción de sintonía, ahora cantada por Carly Rae Jepsen, e imágenes comparativas de pasado y presente; frases míticas de los personajes que se recuperan; el tío Jesse cantando su balada "Forever"; una pantalla partida que compara una vieja secuencia con otra idéntica que ocurre ahora... Hay instantes un tanto grotescos, pero no se han olvidado nada con tal de conseguir la catarsis de los fans, complacerles y que estos se sientan como en casa.

Es en este piloto donde se establece la nueva premisa, que no es más que una puesta al día de la original: la hija mayor, D.J., se ha quedado viuda y con tres niños, y son su hermana Stephanie y su mejor amiga Kimmy Gibbler las que se mudan a vivir con ella para hacerle más llevadero el día a día. Para eso y para repetir los roles antiguos pero en femenino, porque aquí también hay una responsable (D.J.), una soltera díscola (Stephanie) y una graciosa (Kimmy). Los personajes veteranos (Danny Tanner, Jesse, Joey y Becky) aparecen esporádicamente en los demás capítulos, pero ahora las protagonistas absolutas son las chicas y los nuevos niños (tres hijos de D.J. y una hija de Kimmy).

Y eso es lo que hay. Porque, pasado el sofoco nostálgico, lo que queda, a partir del segundo episodio, es una sitcom vintage tan blanca e intrascendente como lo fue en su día Padres forzosos, con un humor muy básico y conflictos ligeros y tontos en los que al final siempre triunfan la ñoñería y los abrazos colectivos en familia.

Madres forzosas no pretende otra cosa que intentar recuperar el espíritu de la serie que triunfó a finales de los ochenta y principio de los noventa, por más que ese espíritu chirríe y resulte caduco en las tendencias actuales de la ficción televisiva. Por ello, esta secuela solo es apta para fans poco exigentes y ya ha cumplido su cometido: conseguir que, a nivel mediático, se haya hablado y escrito enormemente acerca de su regreso. En este monumental ruido, la palabra que más se menciona es el nombre de quien lo ha hecho posible: Netflix. Y Netflix logra estar en boca de todos una vez más.

Hoy en día, el poder de la nostalgia es más inconmensurable que nunca. En Netflix son conscientes, por lo que no será raro que sigan indagando en esta línea de resucitar viejas glorias (también vuelven Las chicas Gilmore) y hacer así realidad los sueños de los seguidores de otras series a los que les encantaría ver a sus personajes favoritos de vuelta. Pero, como dijo Oscar Wilde, ten cuidado con lo que deseas...

@borjateran

Y ADEMÁS…

> 22 vías de acción para la supervivencia de TVE

Las 5 dificultades que sufre un guionista de una serie española

Lo que debe aprender TVE de su propia historia

5 razones por las que no podríamos hacer ‘Juego de Tronos’ en España

> Así está cambiando la ficción española para siempre

> 5 prejuicios sobre TVE que debemos derribar para lograr una TV pública mejor

50 años de los Estudios de Prado del Rey (infografía)

> El truco de Chicho Ibáñez Serrador que sigue vigente hoy

Mostrar comentarios