OPINION

El Congreso de los Diputados y los peligros de caer en el show business televisivo

la sexta investidura
la sexta investidura

Los lenguajes de la dialéctica del show de prime time han llegado al Congreso de los Diputados. No sólo con Pablo Iglesias, como era más previsible. Todos los líderes han intentado arañar con sus discursos la atención mediática a través del enfrentamiento más televisivo. O que creen que es más televisivo. Incluso Rajoy ha utilizado el término bluf. Como si estuviera en un programa de videoclips musicales de los años noventa. También Rivera o el propio Sánchez, obsesionado con el eslogan prefabricado "Podemos hacerlo la próxima semana".

La campaña electoral más televisiva, tenía que tener un debate de investidura más televisivo. Al más puro estilo de programas como La Noria, Un tiempo nuevo o La Sexta Noche, la cámara baja ha acogido trucos de los grandes shows de prime time, en busca del efectismo del titular instantáneo, que queda en la memoria del espectador.  Se ha buscado más derribar al adversario, que construir para un país mejor.

Sin embargo, el debate de investidura no ha conseguido aupar la audiencia de los programas que lo han estado emitiendo en directo. Al contrario, se ha dispersado la audiencia en las diferentes ofertas que emitían lo mismo. Ana Rosa Quintana (13.6% y 454.000) o Susanna Griso (10.7% y 367.000) han visto como sus respectivos reinados matinales se han desinflado con los políticos, alcanzando datos menos competitivos de los que acostumbran. Unos resultados de audiencia pobres si se comparan, por ejemplo, con las retransmisiones de las idas y venidas de prisión de Isabel Pantoja, cuando los audímetros de estos magazines se han disparado hasta rozar el cielo del veinte por ciento de cuota de pantalla.

No ha ayudado en la conquista de la alta cuota de pantalla que se trataba de una sesión de investidura sin posibilidad de sorpresas en su desenlace. Con esta previsible jornada de comparecencias, el público se ha diluido entre cadenas y la que más ha destacado ha sido La Sexta (Al Rojo Vivo, 14.9% y 962.000), pues es la emisora que se ha especializado en la actualidad y conecta con el público interesado en un periodismo político en el que, además, García Ferreras realiza el programa más ágil, con capacidad de reacción y explicación.

Dentro del hemiciclo, el debate de investidura, por momentos, también tuvo mucho de La Sexta, pero de La Sexta Noche: con intervenciones por alusiones, con el cierto parecido del presidente del Congreso Patxi López con el presentador Iñaki López. Sólo faltaba un "pactómetro" y una pizarra de cristal para hacer cálculos macroeconómicos. Tiempo al tiempo.

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@borjateran

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