OPINION

¿Eran actores los anónimos hipnotizados en '1,2,3 hipnotízame'? Lo explicamos

hipnosis actor antena 3
hipnosis actor antena 3

Tras su éxito internacional, la hipnosis ha regresado a la televisión en España con 1, 2, 3 hipnotízame. Y lo ha hecho con la inevitable misma polémica de siempre: ¿es real o son actores? Aunque, en esta ocasión, el debate se ha acrecentado porque se ha "descubierto" que uno de los anónimos del público que fue hipnotizado ha sido figurante en series como Acacias 38. Diferentes usuarios de las redes sociales ponían el foco en este hecho.

Este es un "sujeto anónimo del público" que resulta ser un actor #HipnotizameA3

Esto en los 90 podía colar... pic.twitter.com/6xMgItlV8I

— Imágenes Comunistas (@Foto_Comunismo) 23 de marzo de 2016

Como consecuencia, rápidamente, se ha dado por seguro que es un actor interpretando una hipnosis. Sin embargo, en realidad, no hay que quedarse en la superficie para ir más al fondo del asunto. En la trastienda de la televisión, existe un perfil de personaje que se presenta a todo tipo de cástings: da igual que sea para hacer sombra a los Alcántara en el fondo de un plano, en Cuéntame, o para tener un papel con frase en una ficción de sobremesa. También acuden de público a los programas. No suele fallar a cualquier grabación donde se les requiera.

Casi todos están inscritos en las mismas agencias de figuración o visitan el mismo tipo de webs (como SoloActores.com o Yatecasting.com), y se suelen apuntar a todos los formatos que necesitan 'extras' o público. 1,2, 3 hipnotízame no iba a ser menos.

Pero eso no quiere decir que el figurante en cuestión no haya sido hipnotizado y esté interpretando papel. Al contrario, lo normal es que este tipo de shows grabados (Me resbala, La voz....) compartan público que se presta a los gajes del show durante largas horas de grabación, ya sea aplaudir, cantar, bromear o, en este caso, ser hipnotizados. Ocurre igual con el resto de la grada: es probable que todos estén curtidos en otras figuraciones en series o como público habitual en programas.

El error de 1,2,3 Hipnotízame ha radicado en que, en una especie de obsesión por el ritmo televisivo, no han explicado cómo y por qué funciona la hipnosis. No han divulgado cómo son las pruebas de sugestión para entrar en 'trance'. Un fallo, pues entender este proceso, bien explicado, es lo que necesita la audiencia de la televisión de hoy y también puede ser interesante para potenciar la cuota de pantalla, ya que este ejercicio transmite más veracidad. Pero eso no pasó. La hipnosis simplemente parecía arte de magia. Y el espectador sólo vio gags que podían ser emitidos en otros programas cómicos como Me resbala.

El debate sobre si la hipnosis en un programa de televisión es real o cierta siempre es inevitable, nos hemos convertido en muy incrédulos, y más si simplemente se espectaculariza y no se explica. Pero la hipnosis existe, es cierta, no es una invención televisiva.  Todos los participantes, famosos y anónimos, de 1,2,3 hipnotízame pasaron las pruebas de sugestión.

Es más, el programa no necesitaría, en ningún caso, contar con actores, porque con el público del plató basta. Es mucho más fácil (y barato) buscar a aquellas personas más abiertas a la hipnosis en la grada que poner a interpretar a actores. Otra cosa es que ese mismo público de esa grada sea de agencia, y que como tal, un día está aquí y al siguiente da vueltas por las calles de cartón piedra de Acacias 38. Porque esa es su ocupación diaria.

+ANÁLISIS > 1,2,3 Hipnotízame: lo mejor, lo peor y las referencias televisivas internacionales del show de hipnosis de Antena 3 (VÍDEOS)

@borjateran

Y ADEMÁS…

3 locuras de ‘El Hormiguero’ que son claves en su éxito (y que no pintaban tan bien al principio)

A mí manera: los motivos del fracaso

El truco de Chicho Ibáñez Serrador que sigue vigente hoy

4 anomalías de la TV en España (que hemos acabado interiorizando como normales)

La actuación que no permitirían los temerosos directivos de la TV en España

Los tres errores de las cadenas en las redes sociales

5 razones por las que no podríamos hacer ‘Juego de Tronos’ en España

Lo que TVE debe aprender de su propia historia

Mostrar comentarios