Había expectación. Y ya hay ganador (y perdedor) de la nueva batalla de las audiencias de la noche de los lunes: La embajada ha arrancado como el estreno más visto de la temporada con 4.034.000 espectadores y 22,5 por ciento de share.
La serie de Belén Rueda ha liderado con fuerza y ha adelantado en audiencias a la llegada de Bertín Osborne en Telecinco, que se ha quedado en un 15,6 por ciento de share y 2.814.000 seguidores. A pesar de que la cadena de Mediaset ha vendido la entrevista con el morbo añadido de que era una edición del programa censurada de 'En la tuya o en la mía' en TVE, los personajes Ágatha Ruiz de la Prada y Pedro J Ramírez no son tan atractivos para las grandes audiencias como otros de Osborne. Menos aún para el público habitual de Telecinco, más interesados en folclores que en desfiles y periodismos.
Mientras que La Embajada contaba con los resortes del culebrón clásico como aliados para el triunfo y ha llegado a una franja donde se dan bien este tipo de series a Atresmedia, en el lunes ya triunfó El Tiempo entre Costuras o Mar de Plástico. Además, Antena 3 ha protegido el capítulo de publicidad para evitar las fugas de audiencia. Con esta estrategia, que ya es habitual en los estrenos, sólo se corta para publicidad en los minutos del final-desenlace del episodio, cuando el público ya está muy enganchado.
Ahora habrá que ver si la audiencia sigue enganchada la próxima semana a la ficción, tras la curiosidad inicial (inevitablemente perderá seguimiento la semana que viene). El próximo objetivo de La Embajada es atrapar un público fiel. Promete ser difícil, pero no imposible. Los que sí cuentan con una legión de fieles son los de El Ministerio del Tiempo.
No obstante, la serie de La 1 sufre en estas contiendas, más aún por su parón en emisión y la expectación de anoche de descubrir lo nuevo de Antena 3. Como consecuencia, ha bajado en su retorno a un 9,9 por ciento de share, aunque manteniendo a 1.911.000 leales espectadores. Gajes de los audímetros, pues el éxito ministérico hay que medirlo en otras variables: como serie no comercial, que se puede ver después a la carta y que, sobre todo, no compite desde una cadena privada.
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