OPINION

El motivo por el que Eurovisión ha colocado la actuación de Barei entre Rusia y Letonia

barei posicion eurovision
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La posición de los artistas que actúan en Eurovisión ya no es fruto de la casualidad del azar. Desde hace unos años, el sorteo sólo decide en cuál de las dos partes del programa se coloca a cada país. Después, la producción ejecutiva del eurofestival elige el orden de los estados competidores, atendiendo a razones puramente televisivas.

Así, se intenta que no coincidan seguidas canciones del mismo género (varias baladas seguidas es mal) o con parecidas pretensiones escénicas. El programa intenta colocar bien las piezas del puzle para huir de cualquier atisbo de monotonía que propicie una desconexión del público.

Como consecuencia, los responsables de Eurovisión 2016 han decidido situar a Barei entre dos puestas en escena muy esperadas. Son Rusia y Letonia. Consideran que en este punto, tras la espectacularidad de pantallas de Rusia, la propuesta de Barei, con menos parafernalia, servirá para que respire la gala sin que afecte a la audiencia. Rusia, además, necesitaba por detrás a un país sin montaje de 'set' propio en el escenario para poder ocupar todo el tiempo del vídeo de presentación de España (1 minuto) en desmontar el aparataje de proyección en mapping. Esa estructura que, como si fuera un 'rocódromo espacial', escala su representante Sergey Lazarev.

Coincide que las dos últimas representantes españolas que alcanzaron entre los 10 primeros en la final, Pastora Soler (2012) y Ruth Lorenzo (2014), también actuaron en este mismo puesto, el número 19, que le ha tocado a Barei este sábado. Aunque no es un guiño a otras candidaturas españolas, la decisión está medida para proteger el interés del show entre dos productos con mucha expectación, como es la aparición del favorito de Rusia o la valorada representación de Letonia.

Una táctica para airear la gala. Porque Eurovisión nunca olvida que es un formato televisivo y como cualquier buen formato de prime time realiza un guion transversal en el que se juega a intercalar actuaciones complementarias, que van desfilando en un crucial orden armónico. Y el espectáculo fluye. Y, de paso, ningún espectador una sobredosis de fuegos artificiales consecutivos.

@borjateran

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