OPINION

Tú también puedes ser una celebrity: la TV que construye sus contenidos mirando a la red

celebritie viral
celebritie viral

La radio no mató a la prensa. La televisión no mató a la radio. Pero Internet ha engullido a todos los medios de comunicación. La revolución digital ha mutado en una explosión social, en la que el espectador es arte y parte de los productos. Tiene más poder que nunca para cambiar la realidad. Incluso convirtiéndose el propio protagonista de los contenidos. De hecho, con sólo un vídeo espontáneo, grabado con cualquier móvil y compartido en Facebook o Youtube puedes convertirte en una estrella planetaria en apenas unas horas. No de Hollywood, pero casi.

Es lo que ha sucedido esta semana con una mujer de Texas, Candace Payne, que decidió inmortalizar el momento en el que se probaba una careta de Chewbacca en su coche. Y le dio un inmenso ataque de risa. Y colgó el vídeo en su Facebook y su viralidad ha resultado imparable. Esta grabación casera ya era un hit histórico. En sólo un fin de semana el vídeo ha superado los 100 millones de visionados, espectador arriba, espectador abajo. Y todos los grandes shows de entretenimiento norteamericanos han buscado inmediatamente a esta nueva celebrity para hacerle entrevistas o llevarla a sus platós.

Candance se encuentra ahora mismo en pleno tour mediático y ya ha aparecido en Good Morning America, Entertainment Tonight o en The Late Late Show with James Corden, donde se ha metido en el famoso coche de Corden, reservado para grandes estrellas, y ha conocido incluso a JJ Abrams, director de la última peli de Star Wars. Por supuesto, la máscara de Chewbacca es un elemento esencial en estas apariciones. Y, de paso, las ventas del juguete se han propulsado hasta convertirlo en el más vendido de Amazon ahora mismo.

Todos hablan de ella. Su fama actual es inconmensurable, fugaz, pero inconmensurable. Y define el nuevo modelo de televisión en el que ya estamos instalado: la televisión que construye sus contenidos mirando a la red. Porque en la red es donde de verdad se encuentra la espontaneidad sin filtros ni guiones.

Con el paso de los años, los contenidos que se generan desde la propia televisión han ido perdiendo ingenuidad, pues los responsables de las cadenas han creído saber manejar el interés del espectador con una minuciosidad inquietante. Casi todo está calculado en la pequeña pantalla. Hay poco tiempo para la casualidad y se intenta prefabricar cada momento para no dar tregua a la cuota de pantalla. En esa búsqueda de que todo salga bien sin paliativos, se devalúa parte de esa magnética espontaneidad de lo casual que, sin embargo, Youtube o los vídeos de Facebook tan bien reflejan. Cualquier intento de la televisión por parecerse a Internet suele resultar fallido: Internet siempre va por delante porque es la "televisión" que está haciendo la gente y es cercana, tangible, reconocible, inmediata, al alcance de todos.

Instantes genuinos que triunfan con millones de visionados a nivel mundial y que, curiosamente, acaban alimentando horas y horas de la propia televisión tradicional. Y los creadores de los formatos de entretenimiento de norteamericano lo saben y han convertido esa verdad en su materia prima. Ellen DeGeneres, por ejemplo, ha sido pionera a la hora de impregnar su show de ese protagonismo de la gente que aprovecha las redes para mostrar su vida al mundo con pasmosa naturalidad. Hoy puedes grabar un vídeo captando un momento chispeante y la próxima semana que viene serás invitado estelar en programas de máxima audiencia y repercusión. Es así de fascinante y perturbador. Obviamente, algunos de estas celebrities instantáneas llegan para quedarse y otras, la mayoría, simplemente disfrutan de efímeros días de gloria.

Pero el hecho es que han nacido unas nuevas celebrities, las estrellas de la viralidad. Ellos son esas personas que ya ejemplifican la gran transformación que sufren y sufrirán los medios en los próximos años. Una revolución industrial en la que las nuevas generaciones, la generación del clic, tendrá menos paciencia a la hora de consumir los productos y más poder de decisión para verlos cuando quiera y donde quiera y también para crearlos y vivir de ellos como ya están haciendo un buen puñado de youtubers. La televisión tradicional tendrá que agudizar el ingenio para no ir rebufo de la red, porque es en Internet donde ahora mismo millones de espectadores encuentran y disfrutan historias genuinas que transmiten y traspasan y que nadie calculó en un despacho mirando curvas de audímetros.

@borjateran

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