OPINION

'El Ministerio del Tiempo': el error reincidente por el que aún no se renueva la serie de TVE

el ministerio del tiempo renovacion
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Existe un error de análisis a la hora de evaluar el éxito o fracaso de un producto en Televisión Española: se sigue midiendo el buen o mal funcionamiento de la televisión pública como cuando tenía publicidad. 

De hecho, su programación continúa articulándose con las narrativas tradicionales de la pequeña pantalla en los noventa. Pero ya han pasado dos décadas desde aquellos maravillosos años y en los últimos tiempos ha existido una revolución tecnológica que está cambiando para siempre los consumos audiovisuales.

Sin publicidad y como televisión pública, TVE debe medir el éxito (o fracaso) de sus productos atendiendo también a otras variables diferentes a las de las cadenas privadas. Porque la rentabilidad de RTVE es bien distinta de los datos que miden los cánones de las audiencias tradicionales.

La programación de TVE debe pasar el examen de la rentabilidad social sin prejuicios y sin remilgos. En este sentido, se debe evaluar el beneficio cultural, formativo y creativo que revierte en una población que, de esta manera, se sentirá orgullosa de la televisión pública y su inversión. Como sucede con la inversión en educación.

Es lo que ha sucedido con El Ministerio del Tiempo, una producción que da en la diana del significado de cadena pública a la hora de retratar un país a través de esa imaginación inquieta que hace pensar, despierta inquietudes y sobre todo juega con la creatividad del espectador. Así esta producción ha conectado con varias generaciones no sólo desde la televisión tradicional, también por las nuevas ventanas de acceso a contenidos, recuperando a los contenidos televisivos en España a una parte de televidentes que ya prácticamente no veían televisión de España.

El ADN ministérico ha demostrado, además, su capacidad para ser centro de la innovación. La innovación que crece de la mano de la historia principal y hace a los espectadores partícipes del proyecto.

Ahí está el reto que salvará TVE: ir a la delantera en la innovación y en las nuevas narrativas. Porque el consumo de la televisión está cambiando para siempre, pero lo que no variará nunca es la esencia de la televisión pública: invertir en contenidos que narran historias para perdurar en el tiempo y enriquecer nuestra sociedad a través del intangible de las (buenas) ideas. Y eso lo ha logrado El Ministerio. El Ministerio del Tiempo.

Las 7 cualidades del buen fan de ‘El Ministerio del Tiempo’´

@borjateran

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