OPINION

'Hable con ellas': lo mejor y lo peor del regreso del as en la manga de Telecinco

hable con ellas nuevo
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Hable con ellas se ha convertido en el as en la manga de Telecinco para paliar la merma de contenidos de la emisora en momentos de menos producción. Sin realities, el regreso de este show logra que se mantenga una cuota de programas propios en una franja como el domingo noche. Así se retiene al público fiel de la cadena, ansioso de espacios que inventan y reinventan personajes y polémicas varias. Así no hay que explicar en qué consiste el formato, pues ya es conocido su nombre y fórmula. Así no hay que invertir en un nuevo decorado, ya que la escenografía de siempre se preserva en pie en el estudio 3 de Mediaset. En principio, todo ventajas.

Y así ha vuelto Hable con Ellas, con el cometido de aguantar la buena audiencia de los debates de la tele-realidad de los domingos por la noche. En esta segunda resurrección del programa han caído del plantel Yolanda Ramos y Marta Torné, repiten Sandra Barneda y Rocío Carrasco y se estrenan Mónica Martínez, Alba Carrillo y Soledad León de Salazar, interpretada por Josep Ferré (Homo Zapping, TNT, Vitamina N, Me lo dijo Pérez). Esta última ha sido la chispeante revelación de la noche. Se agradecen sus tablas cabareteras y su dosis de sagaz mala leche de ricachona políticamente incorrecta. Ha sido lo mejor con diferencia de una primera edición aburrida.

Al final, en su retorno, Hable con ellas ha caído en la "infalible" vieja estrategia de intentar hablar de la vida privada de dos de sus presentadoras "famosas". Una que se casa (Rocío Carrasco), la otra que se ha separado con mucho drama (Alba Carrillo). De nuevo, Telecinco aprovechando su plantel de contratados para generar contenidos cotillas que rellenen su parrilla los próximos días y, de paso, autopromocionen este regreso a la programación.

Pero este concepto no es Hable con ellas. Este programa llamó la atención por ser un magnético caos en el que parecía que todo podía pasar. Esta noche, en cambio, se ha quedado en un Sálvame Deluxe a medio gas y con ritmo a trompicones. Un elemento que no siempre tiene que ser malo, incluso un ritmo trastornado puede ser muy televisivo. No ha sido el caso.

El problema es que este primer Hable con ellas ha perdido parte de su esencia golfa y se ha sentido como un programa más convencional.  Con su entrevista de culebrón a la chica a la que le ha dejado el tenista famoso (Feliciano López), con su debate sobre infidelidad (muy del año 79), con su charla con Lara Álvarez para que no falte la dosis de Supervivientes, con sus bruscos cortes de edición que evidenciaban que está enlatado (no ha sido en directo, se grabó el jueves) y sin invitados de postín. Y eso no es Hable con ellas. Es peor.

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@borjateran

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