OPINION

María Patiño: sus armas como presentadora de 'Sálvame Deluxe'

maria patiño salvame
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La asentada fórmula de Sálvame Deluxe está por encima de presentadores concretos. Su liderazgo de audiencia lo ha demostrado de sobra. Aunque, como maestra de ceremonias y directora de orquesta, María Patiño se ha convertido en la aliada perfecta para hacer más atractivo el show.

Porque, como Jorge Javier Vázquez, Patiño cuenta a sus espaldas con un factor clave para enriquecer este tipo de programas: tiene la perspectiva y las tablas del periodismo de base. Ese periodismo curtido en la calle, en mil guardias y corriendo por el asfalto con micrófono en mano. Ese periodismo que busca la noticia, en este caso de la prensa rosa, y que además conoce bien las tripas del universo de la prensa rosa.

Pero María Patiño también transmite otro valor imprescindible en televisión: su pasión. Una pasión, con su famosa vena hinchada del cuello incluida, que el espectador identifica con honestidad y verdad. Cuando Patiño se altera, es porque cree en lo que hace. O, al menos, eso es lo que contagia a la audiencia.

De hecho, ella ha sabido mantener su credibilidad con el paso de los años, evitando convertirse en personaje y protagonista de tramas de Sálvame, como sí han hecho Chelo García Cortés o Lydia Lozano. Patiño, en cambio, ha mantenido su posición de periodista vehemente que es capaz de comprometerse con el show pero sabiendo salir airosa y sin manchas del barrizal. Igual que hace Jorge Javier Vázquez.

Por eso mismo, María Patiño se ha hecho con un hueco en el escaso club de presentadores con los que la audiencia empatiza. La estirpe de comunicadores tan queridos, que las señoras hasta les llevan pasteles cuando van al programa de público tras un lejano trayecto de autocar.

Patiño lo ha logrado a través de una carrera coherente y entusiasta, que ahora, al frente de Sálvame Deluxe, impulsa el interés del programa gracias a su larga experiencia profesional en estas batallas rosas. Como presentadora, ella además aporta detalles y curiosidades de los protagonistas en el transcurso del programa o directamente en las entrevistas.

Y cuenta con el necesario instinto del espectáculo para bromear o realizar guiños emotivos hacia sus compañeros. Entiende el significado de la televisión y comparte sus sensaciones con el espectador con la efervescencia y la cercanía que traspasan. Al final, de nuevo, su pasión vuelve a ser su mejor aliada. Porque la televisión sin pasión es muy aburrida. Por eso, se puede afirmar ya que el Deluxe ha encontrado una digna sucesora de Vázquez de cara a un largo futuro.

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@borjateran

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