OPINION

Bárbara Rey reaparece en 'Hable con ellas': la oportunidad para volver al ruedo de la fama televisiva

cuidado las campos
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El poder de masas de la televisión siempre ha tenido influencia en las revistas del corazón. Sus profesionales han sido reclamo de exclusivas, cotilleos y portadas a toda página. Sin embargo, programas como Sálvame han cambiado el modelo de famosos que centran la atención mediática. Celebrities veteranas o de "pedigrí" han dejado su hueco a protagonistas de realities, polígrafos u otros shows de Telecinco.

Bárbara Rey es una de esas artistas de tradicional caché que se ha quedado fuera de la televisión de hoy. Su tiempo pasó. Al menos, hasta esta noche, cuando ha reaparecido en el programa Hable con ellas. Lo ha hecho reivindicado a los profesionales de oficio, beneficio y trayectoria, aquellos que se están quedando fuera de esas portadas que en la actualidad ocupan rostros como "Olvido Hormigo", ha sentenciado la propia Bárbara que dice no ser habitual de la televisión porque pone límites a sus entrevistas.

Aunque, después de esta aparición en Telecinco, Bárbara ha vuelto a la palestra. Ha regresado y ha hablado de "manos negras", de deudas a hacienda, de Ángel Cristo -"Es el hombre que más me ha querido, sin saber quererme"- e incluso ha protagonizado un reencuentro sorpresa con su amiga Chelo García Cortés, con la que vivió una "noche de amor".

Así Rey ha conseguido volver al ecosistema que alimenta la programación de Telecinco y que ha terminado con la gran exclusiva millonaria, que ya no importa. Porque en Mediaset han logrado absorber la vida de sus sus propios colaboradores,  creando sus propias estrellas estrelladas desde sus formatos de tele-realidad. De esta forma, la cadena ya no tiene que acudir a costosos cachés de invitados externos, que llenaban las viejas portadas del corazón a golpe de talonario. Estos ya no interesan como antes. Se ha dado la vuelta a la fama. La tele ya no mira a las revistas, en 2016 son las revistas las que miran a la tele.

De ahí que ya no exista lucha entre canales en busca de la entrevista más exclusiva. Porque, sencillamente, todos los populares o “famosos” pertenecen a la factoría de Telecinco, que se ha quedado con el monopolio del cotilleo que interesa al gran público. O al público al que le interesan estos dimes y diretes . Y ese público sabe que debe acudir a Telecinco para encontrar lo que busca. Y las revistas deben dar coba a esos rostros para resultar relevante.

En Telecinco crean tramas a mansalva con una destreza de culebrón imparable. Los jugosos entrevistados son sus propios colaboradores (y algún personaje satélite de ellos) y los colaboradores son conscientes de que o participan en el show o tal vez su silla sea ocupada por otro personaje con menos escrúpulos. Las grandes entrevistas están dentro del círculo de la propia cadena.

Con este modelo de negocio da la sensación de que solo hay ventajas, pues al suceder casi todo en plató, Sálvame ya no tiene que invertir en cientos de vídeos de agencias como en la era de Aquí hay tomate. Prácticamente todo sucede en las entretelas del canal. Y ya casi ha desaparecido el reporterismo de calle, con aquellos reporteros persiguiendo a populares en el aeropuerto o en el andén del AVE. Lejos quedan aquellos testimonios de famosos cazados en las escaleras mecánicas de la estación de Atocha. Ahora las celebrities se hacen en los pasillos de Mediaset.  Ellos se lo guisan y ellos se lo comen.

> El liderazgo de Telecinco: las 9 claves de éxito del modelo de cadena de Mediaset

@borjateran

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