OPINION

El motivo que convierte a 'Las Campos' en un éxito pionero en España

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María Teresa Campos sentía preocupación porque llegó a pensar que participar en un reality podía restar credibilidad a su trayectoria. Ya no cree que sea así, pues se ha percatado de que Las Campos no es un espectáculo de tele-realidad al uso.

Por primera vez, nuestra televisión realiza un docushow terrenalizado. Con humor, sí. Con personajes temperamentales, sí. Pero terrenalizado. Es cierto que hemos visto otros personality shows protagonizados por estrellas patrias, como Alaska y Mario o Tamara Falcó (no funcionó). Pero, al final, eran más limitados en potencial de audiencias, al estar centrados en personajes que despiertan más interés de sueño aspiracional que sentimiento de identificación por parte del público.

El magnetismo del reality de Alaska y Mario estaba en colarse en su glamour artificial de fiesta estrafalaria y delirio made in Vaquerizo. Sin embargo, Las Campos dan un paso más allá y, además, transmiten problemas más reconocibles para las audiencias masivas. No es ninguna novedad, de ahí que madre e hija lleven años y años acaparando el interés de las portadas de las revistas. En cierto sentido, son como parte de la familia. Lógico, ya que María Teresa Campos popularizó en nuestro país el magazine que "acompaña" día a día.

Y, en el segundo capítulo de este reality, la naturalidad de andar por casa de Las Campos ha crecido. Menos teoría alimenticia y más vida cotidiana. Así, se ha visto a una madre e hija que podrían ser muchas madres e hijas de España. Las dos con sus respectivas amigas, las dos compartiendo parcelas de su intimidad.

Es verdad que María Teresa y Terelu están en un nivel adquisitivo alto, que les puede alejar de gran parte de la audiencia. Pero, en este caso, sus lujos, mansión y ático no son obstáculo alguno para congeniar con el share. Su estatus no afecta a la relación con el público de Telecinco porque ha sido alcanzado por méritos propios.

Méritos propios de una constante y apasionada trayectoria profesional que ha estado a la vista de todos durante más de treinta años. La televisión en España ha crecido con María Teresa Campos y Terelu. Y también con ellas ha crecido la propia audiencia. Un público que ha seguido los aciertos, esfuerzos, frustraciones, ilusiones y sinceridades de Las Campos, juntas en pantalla desde aquel Pasa la vida de TVE.

Y ahí está el valor añadido de trasfondo de Las Campos: la tele transparente, que comparte sensaciones (casi) siempre con naturalidad y carácter. Que no olvida la cámara, pero que habla de tú a tú al espectador. Como hacen ahora, en su reality. El primer docureality español que refleja, de verdad, a una reconocible parte de nuestra sociedad. Con Terelu comprando y regateando en el mercadillo, con María Teresa preocupándose por su hija (y el hielo que pone a la bebida), con Terelu quemando calorías en el gimnasio para, después, comerse una porra. Así es España. Así son una madre e hija llamadas María Teresa y Terelu. Como han pasado los años, y ahí siguen como la primera vez.

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@borjateran

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