OPINION

'Sálvame Deluxe', la pantomima de Aramís Fuster y un polígrafo sin polígrafo

aramis comparacion antes despues
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'Sálvame Deluxe' con Aramís Fuster lideró la noche con un excelente 18.6 por ciento de cuota de pantalla

Sólo una semana después de aparecer demacrada en Telecinco, con una interpretación de primero de película de serie B, Aramís Fuster ha regresado a Sálvame. Esta vez a Sálvame Deluxe, porque al Sálvame diario prometió no repetir jamás tras burlas de Paz Padilla. Tan creíble fue su decisión, que ahora ha vuelto a la versión nocturna del programa (previo pago de su importe, claro). Lo ha hecho sin muletas, con largos tacones y vistiendo sus mejores galas. O lo que es lo mismo, enfundada en una especie de plástico de vidente desintegrándose a la parrilla. La Aramís de siempre, esperpéntica y que se le permite reírse de todo porque funciona. Ella misma ha evidenciado, sin pudor, que toda su supuesta enfermedad era una pantomima para resucitar su personaje en televisión. Objetivo logrado.

Y para estirar horas de fama en horario de máxima audiencia, la buena de Aramís ha aceptado someterse al polígrafo. Aunque, en esta ocasión, Sálvame Deluxe ha inaugurado una nueva versión de su máquina de la verdad: el polígrafo sin polígrafo. Conchita, la poligrafista ha causado baja por serios motivos personales, y los responsables del show de Telecinco siguieron con el guion previsto, lanzando las preguntas a la bruja pero, eso sí, sin contar con el veredicto de ese aparato que toma el pulso al nervio de las verdades y mentiras.

Pero da igual, porque en el polígrafo pocas veces lo importante es la respuesta. El espectáculo está en el delirio de las cuestiones que lanza el programa a su invitado. Cuestiones como estas de las siguientes capturas, que ha contestado una Aramís sin escrúpulos y que el próximo viernes continuará respondiendo ya con la poligrafista dando su sentencia en plató.

Todos saben que es una mentirosa compulsiva y aún así todos le siguen el juego mientras se ríen a carcajada limpia.  Así es la parada de los monstruos televisivos, donde es difícil distinguir si te estás riendo con ellos, de ellos o directamente se están riendo de ti.

> Aramís Fuster: verdades, mentiras y otros daños colaterales de la fama efímera

@borjateran

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